La Federación Española de Industrias de la Madera ha firmado un acuerdo con la empresa ZAMABI mediante el cual esta empresa calculará la huella de carbono de los socios de FEIM en unas condiciones económicas ventajosas y con absoluta confidencialidad.
“En FEIM estamos convencidos de que debemos potenciar el argumento de la mínima huella de carbono que registran las empresas que utilizan la madera como materia prima básica –afirma Ángela Herranz, directora técnica de la Federación-. ZAMABI nos ha hecho una propuesta de servicios y una oferta de precios que sin duda animará a muchos de nuestros Asociados a calcular su huella de carbono”.
Sobre la base de una absoluta confidencialidad, los técnicos de ZAMABI aplican sobre cada empresa una metodología propia, a partir de un inventario exhaustivo de consumos económicos, que desemboca en un cálculo preciso de sus emisiones de CO2. ZAMABI no se limita a entregar a cada empresa estos resultados. Además, le informan acerca de cuáles son sus focos de emisión de gases de efecto invernadero, sobre los cuales éste podría actuar para gestionar su huella de carbono, y le asesoran sobre cómo lograrlo, con un trato personalizado y muy cercano.
“La normativa vigente empuja a las empresas españolas a realizar este tipo de estudios –afirma María Sosa, administradora de ZAMABI-. Aunque todavía es sólo voluntario para nuestro sector, procede y conviene tener calculadas y controladas las emisiones. Y las empresas del sector de la madera parten con la ventaja de que tienen mucho CO2 fijado en su materia prima y en sus productos finales.”
“Calcular la huella de carbono es un factor de competitividad –completa Marco Blanquer, técnico de ZAMABI-. Es un argumento de diferenciación que cobra cada día mayor peso y protagonismo en los planes estratégicos de las empresas”.
FEIM también se ocupará de comunicar la huella de carbono de sus Asociados. “Comunicarlo es tan importante o más que tener registrada una huella de carbono mínima –opina Juan Manuel Miranda, responsable de comunicación de la Federación-. No se trata sólo de hacer público un número de toneladas de CO2 emitidas, sino de ponerlo en valor y explicar a la sociedad qué significan esas toneladas”.