La ciudad de Barcelona está sometida a cambios constantes en las edificaciones, de manera que muchos muros pensados para hacer de medianera entre edificios acaban siendo muros exteriores y alteran el paisaje urbano. Con el objetivo de mejorar la estética de algunas de estas paredes, la ciudad está instalando jardines verticales o placas solares para la autosuficiencia de los edificios.
Barcelona ha puesto en marcha un plan para instalar jardines verticales en medianeras de la ciudad, con el objetivo de mejorar el paisaje urbano y utilizar la energía natural de manera eficiente. Una de las intervenciones se ha llevado a cabo en los jardines del Pedró, en el corazón del Raval, donde se han plantado hasta ocho especies diferentes escogidas entre las que abundan en los balcones del barrio.
Las plantas se han instalado en celdas cerámicas sin arena, y con una capa de lana de roca y musgo que absorbe el agua y permite que se agarren las raíces. En el terrado, unas placas solares acumulan energía para hacer funcionar el sistema de riego autosuficiente, que acumula el agua de la lluvia.
«Estas aguas se almacenan en un depósito en la parte baja de la medianera, debajo del verde, y a través de unas bombas se lleva el agua hasta encima del edificio. Desde allí va cayendo por detrás, entre la plantación y la pared, en un riego gota a gota que mantiene húmeda la lana de roca», nos explica Manel Claviller, director técnico del Instituto Municipal del Paisaje Urbano.
Un plan extensivo a toda la ciudad
Como la del Pedró, recientemente también se ha intervenido en la medianera de la Biblioteca de la Trinitat Vella, con unas placas solares que suministran la electricidad y un lecho de flores en la parte inferior.
También hay dos medianeras más donde se está interviniendo en el sector del 22@, y otras previstas en diferentes distritos de la ciudad. Son ejemplos de cómo una smart city adapta las intervenciones urbanas a las necesidades de cada edificio.