Los centros comerciales son edificios con unas necesidades energéticas específicas, son espacios amplios, muy frecuentados, que necesitan un adecuado confort térmico y, dependiendo de su actividad, como es el caso de los supermercados, también otros requerimientos en materia de refrigeración de los alimentos. Esto supone un importante gasto energético que a nivel europeo se estima en 157 millones de toneladas equivalentes de petróleo (según los datos del Plan de Acción de Eficiencia Energética de la Unión Europea en 2005).
Con el objetivo de desarrollar una metodología para la rehabilitación de centros comerciales que permita reducir la demanda energética en estos edificios en un 75 por ciento, 23 socios de diez países (España, Italia, Noruega, Suecia, Austria, Bélgica, Reino Unido, Grecia, Polonia y Alemania) han puesto en marcha el proyecto CommONEnergy (Re-conceptualize shopping malls from consumerism to energy conservation). Se trata de un proyecto de investigación del VII Programa Marco de la Comisión Europea en el que participan, como socios españoles, el centro tecnológico Cartif, el Ayuntamiento de Valladolid y la empresa Acciona.
Como explica a DiCYT la responsable del proyecto en Cartif, Ana Quijano, se estima que los centros comerciales representan el 28 por ciento del total de edificios no residenciales en Europa, con una cifra cercana a los 5.700 edificios. En el marco de CommONEnergy se investigará la integración de tecnologías innovadoras en este tipo de espacios para, además de reducir la factura energética, minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar de la imagen de los centros atrayendo nuevos clientes.
Esta parte netamente investigadora se completará con una parte demostrativa. Así, los socios del proyecto probarán estas soluciones en tres edificios demostradores: el Mercado del Val de Valladolid (España), el Génova Ex Officine Guglielmetti (Italia) y el centro comercial CitySyd de Trondheim (Noruega).
Entre todos los desarrollos tecnológicos que se van a implementar se seleccionarán entre 10 y 20 soluciones idóneas que se podrán replicar en otros centros comerciales europeos. En este sentido, en el marco del proyecto se van a identificar entre 5 y 10 tipos de centros comerciales para poder llevar a cabo esta “replicabilidad”, tres ya están identificados y se corresponden con los tres los edificios demostradores escogidos: un mercado tradicional (el Mercado del Val de Valladolid, del siglo XIX), una superficie comercial de tamaño medio (el edificio de Génova) y un centro comercial grande (el centro comercial noruego)
, detalla la investigadora.
Actuación en el Mercado del Val
Como recuerda Ana Quijano, la participación en CommONEnergy surge de los contactos establecidos por Cartif en anteriores proyectos internacionales del ámbito de la edificación sostenible. Como además Cartif forma parte de la Smart City VyP (Valladolid y Palencia) y el Ayuntamiento quería rehabilitar el Mercado del Val, se produjo el escenario ideal para incorporar el edificio a la propuesta
, apunta.
En resumen, el centro tecnológico trabajará en cuatro líneas. En primer lugar, cuantificará los ahorros energéticos producidos con las soluciones implantadas en los tres edificios demostradores, monitorizando el consumo energético tanto antes como después de la rehabilitación. Asimismo, realizará una simulación y modelado del Mercado del Val que permitirá conocer el comportamiento energético del edificio inicialmente y pronosticar las necesidades energéticas del edificio y el confort alcanzados con las diferentes soluciones propuestas. En este sentido, actuará de enlace y asesor entre los arquitectos e ingenieros que redactarán el proyecto del Mercado del Val, el Ayuntamiento de Valladolid y el consorcio de CommONEnergy con el fin de definir el plan de actuación sobre el mercado vallisoletano.
Por último, participará en diversas tareas relativas a la gestión de redes eléctricas, definiendo parámetros que permitan conocer el modo en que el edificio interacciona con la red e identificando las posibles medidas a aplicar en los tres demostradores y en los edificios comerciales tipos identificados, para que sean capaces de usar de una manera óptima la energía procedente de la red y de suministrar y almacenar energías renovables
, precisa la investigadora.
Resultados esperados
Entre las tecnologías que se van a desarrollar y evaluar en el marco del proyecto se encuentran, por ejemplo, fachadas multifuncionales adaptables a las condiciones climáticas locales y con capacidad para integrar módulos fotovoltaicos; materiales de recubrimiento que mejoren el aislamiento de edificios y con propiedades que permitan su autolimpieza, o cubiertas vegetales que actúen como aislante del edificio ante condiciones adversas. En la misma línea, se implementarán sistemas inteligentes para la gestión energética de los edificios, capaces de controlar la activación y desactivación de los sistemas de climatización, refrigeración e iluminación así como de registrar los datos de consumo, lo que permitirá tomar decisiones para mejorar el confort térmico y disminuir el gasto energético.
Como resultado de estas actuaciones se espera, por ejemplo, reducir la demanda energética en cada edificio en un 75 por ciento (lo que supondrá un ahorro medio anual en cada demostrador de 700 kilovatios/hora por metro cuadrado), incrementar el uso de renovables en un 50 por ciento y recuperar la inversión en un plazo máximo de siete años.
CommONEnergy (Re-conceptualize shopping malls from consumerism to energy conservation)
- Duración: 48 meses (2013-2017)
- Consorcio: 23 socios. 7 centros tecnológicos y universidades, 13 pymes y socios industriales y 3 propietarios de los edificios a rehabilitar
- Países participantes: 10 (España, Italia, Noruega, Suecia, Austria, Bélgica, Reino Unido, Grecia, Polonia y Alemania)
- Coordinador: EURAC, Bolzano (Italia)
- Presupuesto: 13’9 millones de euros (cofinanciados 9’1 millones)