La intervención se sitúa en el centro de uno de los barrios más densos del municipio de Sant Feliu de Llobregat, el barrio de la Salut, en la provincia de Barcelona. Se trata de un barrio obrero que fue creciendo alrededor del antiguo tejido industrial, rodeando las fábricas textiles en las que trabajaban los propios vecinos. Algunas de las viviendas humildes se situaban pared con pared con la fábrica.
El derribo de una de las últimas fábricas que quedaban en pie se aprovechó para construir un aparcamiento subterráneo para abastecer el barrio de la Salut, dejando en el lugar donde se encontraba la fábrica un gran vacío en forma de cubierta de hormigón para este aparcamiento.
La remodelación de la Riera de la Salud, en el tramo comprendido entre las calles de Sacramento y Can Calders, se inauguró hace un año y ha sido totalmente reurbanizado convirtiéndose en un amplio paseo con vegetación a los lados. El espacio incluye zonas de sombra y espacios para el descanso y el ocio, con importante presencia de árboles y superficies de césped. También se ha habilitado una zona de juegos para los mayores y un carril bici.
Esta reurbanización es una de las actuaciones urbanísticas más importantes incluidas en el Proyecto de Intervención Integral en los barrios de Can Calders y La Salut, que se inició en 2006 con los objetivos de mejorar las condiciones de los barrios, crear equipamientos y servicios y dinamizar la actividad económica, cultural y social de la zona. Esta actuación comprende una superficie de cerca de 7.000 metros cuadrados con un coste de más de 1,4 millones de euros, la obra ha permitido dar una imagen de continuidad y unidad en el arroyo, a la vez que mejora en la conexión y la movilidad entre los dos barrios. La actuación en la zona se completa con las obras de un nuevo equipamiento multifuncional que se está construyendo en el espacio de la antigua fábrica de las Toallas, que permitirá ampliar la zona verde.
El parque queda limitado por las medianeras por un lado y por la carretera por el otro. La celosía de cerámica creada resuelve la frontera con las viviendas, mientras que la separación con la carretera se soluciona con un elemento continuo de acero córten con iluminación incorporada y que a la vez sirve de banco por el lado del parque.
La celosía cerámica
El vacío de la antigua fábrica dejó a la vista las paredes de los patios traseros de esas viviendas, antes ocultas, que ahora se convertían en fachada del nuevo espacio urbano. El arquitecto autor del proyecto Pol Femenias Ureña, ideo una fachada de celosía cerámica para cubrir los patios traseros y las medianeras existentes. La elección de la cerámica cocida a alta temperatura les permitía trabajar con un material económico y, además, de alta resistencia, que garantizaba un buen envejecimiento frente a heladas, lluvias y cambios de temperatura.
Era una clara intención recuperar el material cerámico como memoria del pasado industrial y, a la vez, como réplica de las tapias de los patios existentes. Se deseaba incorporar en la celosía esa riqueza de matices, a modo de collage de texturas y agujeros, que ya poseían las medianeras, reflejo de los diferentes estados e intervenciones que había sufrido la ciudad. Sólo un cierre de piezas cerámicas les permitía tamizar la visión de esos patios traseros, y a la vez, incorporar sus irregularidades, quiebros y excepciones.
La geometría definitiva de la celosía autoportante está formada únicamente por tres piezas de gres esmaltado a alta temperatura: un cubo de 20x20x20cm y un rombo de 20 x 13,5 cm (macizo o agujereado). El cubo permitía una optimización de la producción, ya que con una única pieza, puesta de cara o a través, les permitía hacer la celosía opaca o transparente. Su montaje en espiga permitía una coronación de la celosía casi orgánica, vegetal, que dibujara las distintas alturas de cerramiento con una línea continua.
La celosía permite mantener los distintos grados de opacidad que tenían esas medianeras, que pasaba de tapias ciegas de pared de bloque hasta verjas totalmente transparentes, pasando por cañizos autoconstruidos. La celosía tenía que permitirnos incorporar esas distintas gradaciones y hacerlo con una textura continua a lo largo del parque.
La gama cromática para el esmaltado de las piezas surgió de los tonos propios de las medianeras existentes. Se redujo la imagen de las fachadas posteriores a siete colores, que junto con el propio de la cerámica dio los ocho tonos predominantes. Esos ocho tonos, con esmaltado brillante o mate, aplicados a piezas opacas o agujereadas, permiten incorporar a la celosía los matices que buscaban.Se dejó a libre elección del colocador la posición de esas piezas dentro del módulo. En obra se especificó únicamente la posición de los módulos, dejando a elección del colocador la posición de las piezas dentro de éste.
Ganador de los Premios de Cerámica ASCER de Arquitectura
El jurado decidió otorgar el primer premio en la categoría de Arquitectura al proyecto “Remodelación de la Riera de la Salut de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona)” de Pol Femenias Ureña. El jurado valora cómo se ha resuelto un problema de gran escala con la invención de pequeñas piezas cerámicas que a través de su repetición y su ensamblaje lo transforman en un elemento urbano, sea celosía o tapia, capaz de resolver situaciones diversas de una manera unitaria. Con un elemento económico se consigue una solución creativa que otorga calidad y enriquece un espacio de la ciudad.
En este vídeo puedes ver al autor explicando el proyecto:
Fotógrafías de O.M. Estudi