La consultora inmobiliaria Aguirre Newman ha obtenido la certificación LEED Oro de su sede central (calle General Lacy, 23. Madrid) en la categoría Edificio Existente: Operación y Mantenimiento. Un sistema creado y promovido por la organización U.S. Green Building Council para la evaluación de edificios sostenibles a través de una lista de créditos asociados a medidas de reducción de impactos medioambientales y mejora de la sostenibilidad.
La sede central de Aguirre Newman, inmueble propiedad de IVG International Funds GmbH sucursal en España, fue un antiguo almacén de Tabacalera y, en 2002, con la colaboración de todos los departamentos de la consultora, fue restaurado por el arquitecto Gabriel Allende para dotar al edificio de una síntesis de modernidad y respeto a la tradición. Una labor que fue reconocida con numerosos premios a la Rehabilitación, Urbanismo, Arquitectura y Obra Pública en la categoría de edificios o conjuntos restaurados o rehabilitados.
Los esfuerzos por modernizar la sede han continuado y, gracias al trabajo del Área Técnica de la división de Gestión de Inmuebles y la colaboración de Arup, el edificio ha superado las evaluaciones necesarias para obtener el LEED Oro. Un certificado que recompensa el compromiso de Aguirre Newman en, entre otras áreas, la gestión y mantenimiento energético, a través de la optimización de los sistemas de climatización e iluminación, la calidad de la luz natural, el uso de iluminación Led o lámparas de bajo consumo y la salubridad del aire interior.
Para obtener el certificado, han sido analizadas durante un año la gestión y limpieza del edificio (Green Cleaning), las compras sostenibles, el uso eficiente del agua, el confort acústico y la correcta gestión de los residuos. A la vez que se llevó una medición precisa del consumo energético y de la Huella de Carbono generada por todas las actividades de Aguirre Newman, incluido el transporte diario de los usuarios y viajes de empresa.
El certificado LEED, que proporciona significativos beneficios al inmueble y a sus ocupantes tanto desde el punto de vista económico como de confort, demuestra que el respeto por el medio ambiente es un valor corporativo.