El informe, elaborado por los socios BSRIA (Reino Unido) y EURAC (Italia), ofrece datos sobre el acervo arquitectónico de cada país por separado y también una imagen general. Además, incluye un resumen de las políticas y los incentivos existentes en cada nación con el propósito de fomentar en los edificios trabajos de retroadaptación con fines de ahorro energético. El informe resume asimismo los principales obstáculos a esta labor de retroadaptación que se observan en cada país.
Se trata del mayor estudio realizado nunca de estas características, pues se ha evaluado y analizado el acervo arquitectónico (viviendas y oficinas) en la UE-27. Según los datos recogidos, en los estados miembros de la UE, hay 17.600 millones de metros cuadrados en viviendas. Tres cuartas partes de este espacio se concentran en España, Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia.
El ritmo de construcción de viviendas nuevas se encuentra en declive constante desde los años cincuenta y sesenta. El declive más acusado en la construcción de viviendas nuevas se ha registrado desde 2000. De los edificios ocupados como viviendas que existen actualmente en Europa, el 53% se construyó antes de 1971; del 15 al 18%, entre 1971 y 1980; del 12 al 13%, de 1981 a 1990; y el 12% de 1991 a 2000. Sólo el 6% se ha construido con posterioridad a 2000.
La Unión Europea tiene entre sus la reducción del consumo energético en los edificios del continente. Ello incluye un atrevido objetivo de renovación con el que se pretende transformar los edificios existentes logrando un balance energético casi neutro.
Por cuanto se refiere a la mejora de los edificios con medidas de retroadaptación estructural, la conclusión del informe INSPIRE es que las viviendas más antiguas son las que más se beneficiarían de tales obras, un dato destacado teniendo en cuenta que más de la mitad del acervo arquitectónico residencial en la UE-27 data de antes de 1970.
Este informe resultará de utilidad de cara a alcanzar el objetivo principal del proyecto INSPIRE, que es producir paquetes de renovación sistémica que puedan aplicarse a edificios residenciales y terciarios. Estos paquetes de renovación, que deberán ser aptos para diversos climas, tienen el objetivo de reducir el consumo energético primario de un edificio por debajo de 50 kWh/m2/año.
El segundo propósito destacado del proyecto consiste en el desarrollo de kits de renovación multifuncional fundamentados en el uso de tecnologías innovadoras para la cubierta de los edificios, sistemas de generación energética (incluyendo la integración de fuentes de energía renovables) y sistemas de distribución de la energía. Las tecnologías y los métodos de renovación desarrollados por el equipo del proyecto se instalarán y probarán en tres emplazamientos de prueba (dos edificios de viviendas y otro de oficinas) situados en Alemania, España e Italia.