El elemento base del sistema Stormbrixx son piezas de 1200 x 600 x 342mm realizadas en polipropileno, con ocho medias columnas cada uno. Las columnas se unen entre sí por medio de un clipaje integrado en la unión. Al unir las piezas de forma alterna entre sí, se obtiene un tanque de aguas pluviales en el que todas las piezas están entrelazadas formando un solo bloque. En este bloque los pilares quedan alineados los unos sobre los otros, con lo que las transferencias de las cargas es directa hacia el terreno.
En el borde exterior del sistema se colocan las paredes laterales y las tapas superiores cubren las aberturas de los pilares. El resultado es una superficie homogénea de alta resistencia. Si se usa como elemento de infiltración, el agua de lluvia se reintroduce gradualmente al terreno, alimentando los acuíferos de forma natural, reduciéndose así la carga de alcantarillado y depuradoras.
Si se utiliza como atenuación, el sistema Stormbrixx permite aprovechar espacios transitables para laminar las puntas de precipitación, evitando sobrecargar la red de saneamiento. Esto permite optimizar sistemas de bombeo y ahorrar en colectores.
Su fácil construcción modular permite obtener soluciones con una excelente resistencia estructural que se adaptan a las dimensiones existentes en la obra. Su diseño con grandes columnas le da una gran robustez y a la vez permite una completa inspección del sistema.
Al poderse apilar las piezas unas sobre otras, se optimizan los costes de transporte, y disminuye el espacio requerido para almacenaje a pie de obra. Además, al ir las piezas ensambladas entre sí, se consigue un conjunto homogéneo y sólido, que funciona como un único bloque. Su rápido montaje agiliza el tiempo de instalación y reduce los costes totales de la obra.
Sistemas de infiltración
En muchos casos es necesario infiltrar el agua limpia recogida al terreno. Esto puede deberse a la necesidad de devolver el agua a los acuíferos subterráneos, para preservar el ciclo del agua, o a la inexistencia de red de saneamiento con la que conectar. En ambos casos, el agua entra en el tanque, que no está conectado a ninguna red. El agua va infiltrándose al terreno a través del recubrimiento geotextil que lo protege.
Para poder realizar esta operación, el agua que se infiltre en el terreno debe cumplir los requisitos mínimos de calidad, tratándose con separadores o digestores en caso necesario.
Sistemas de atenuación
Son necesarios en caso de fuertes tormentas o cuando existen redes de saneamiento al límite de su capacidad, para controlar el caudal de agua que se vierte a la red. El total de agua recogida entra en el tanque de tormenta, que a su vez está conectado a la red por una tubería de un diámetro inferior al de entrada. La punta de precipitación que no es absorbida por el tubo de salida se acumula en el tanque, que lo va devolviendo a la red a medida que ésta tiene capacidad. En este caso, el agua no se infiltra en el terreno.