En el mes de septiembre en Raldon, en la provincia de Verona, Italia, ha sido inaugurada la ‘Scuola Passiva Raldon’, la primera escuela pasiva certificada por el Passive House Institute en Italia. Lo más novedoso de este proyecto es que combina una arquitectura de alta calidad con un sofisticado sistema constructivo que incluye un innovador sistema de ventilación integrado en su fachada.
La nueva escuela primaria cuenta con una superficie construida de 1.475 metros cuadrados en la que se ubican diez aulas, tres aulas especializadas y de usos múltiples, un auditorio y varias oficinas oficinas distribuidas en 2 dos plantas, capaces de albergar hasta 280 personas.
La envolvente del edificio consiste en un muro de hormigón de doble piel reforzada con cavidad de poliuretano y aislamiento exterior. Además de un recubrimiento exterior de madera equipada con aislamiento de lana mineral. Esta envolvente hace que el edificio tenga una demanda energética para calefacción calefacción de 14 kWh / m²a, por debajo del nivel máximo exigido por el estándar Passivhaus. El sistema de calefacción y agua caliente sanitaria se alimenta con una caldera de condensación para una demanda de energía de calefacción resultante
El sistema de ventilación con recuperación de calor integrado en la fachada proporciona aire fresco continuo con recuperación de 90% del calor sin necesidad de abrir las ventanas, lo que proporciona un gran ahorro de energía. El sistema ha sido ideado por el arquitecto Michael Tribus y fabricante de perfiles y fachadas Helmut Moratelli de Wolf Artec. La principal innovación se encuentra en descentralización de los dispositivos de ventilación que se integran directamente en la fachada y en cada ventana.
Las tomas y salidas de aire no son apenas visibles desde el exterior gracias a su forma incrustada. El sistema de ventilación también se encuentra integrado lo máximo posible en el interior del edificio no ocupa visualmente pues se enciuentra incrustado. Las unidades prorcionan una excelente calidad de aire interior demostrando que es posible conseguir la renovación de aire óptima combinada con un diseño discreto y un funcionamiento silencioso.
El sistema de ventilación integrado en la fachada, denominado por sus creadores LILU, del alemán «Licht-Luft» o luz-aire, no resulta sólo es de interés para nuevas construcciones como este caso, sino que es especialmente interesante en rehabilitaciones. El hecho de que LiLu se integre directamente en la ventana, permite adaptarse fácilmente a la fachadas existentes.
El calor que se dispersa por la ventilación natural, es reutilizado hasta un 90% gracias al recuperador calor integrado. Su ubicación en la fachada permite eliminar la tubería de distribución y las entradas del flujo de aire y de recuperación se integran directamente en la ventana. Esto permite eliminar los cuatro conductos del sistema tradicional o, al menos, reducirse a uno si se quiere ventilar una zona más alejada de la fachada.
Para las rehabilitaciones en las que el espacio es un factor crítico, se convierte en un sistema muy apropiado pues la planificación de las salas de máquinas y los conductos de ventilación en el interior del edificio son innecesarios. El hecho de que el sistema se instale directamente en la fachada, se convierte en una ventaja y un ahorro en las rehabilitaciones en las que renovar o reparar la fachada sea un requisito previo.
Los requisitos exactos de energía y funcionamiento de este nuevo sistema están siendo definidos actualmente en el marco del proyecto EuroPHit. Financiado por la UE, este proyecto trata de adaptar el el estándar y metodología Passivhaus, ideada para obras de nueva construcción, a los requerimientos especificos que exigen las rehabilitaciones de edificios existentes.