El informe Health, wellbeing and productivity in offices: The next chapter for green building señala que existe una serie de factores —desde la calidad del aire y la iluminación, hasta las vistas a la naturaleza y la distribución interior— que pueden influir en la salud, la satisfacción y el rendimiento laboral de los trabajadores en la oficina.
El informe en el que han participado empresas como JLL, Lend Lease y Skanska también ofrece unas sencillas pautas que las empresas pueden utilizar para medir la salud, el bienestar y la productividad en sus edificios para así poder proporcionar información a los responsables financieros.
Entender la relación entre los empleados y el espacio de trabajo contribuirá a impulsar el argumento empresarial a favor del aumento de la calidad, la salud y la eficiencia medioambiental de los edificios, algo que valoran tanto los inversores como los promotores e inquilinos.
Teniendo en cuenta que los salarios y los beneficios sociales normalmente suponen un 90% del gasto de las organizaciones, cualquier coste superior de construcción u ocupación se puede compensar con creces mediante pequeñas mejoras del rendimiento de los empleados.
Jane Henley, consejero delegado de World Green Building Council, afirma que “las relación entre el diseño de las oficinas y la mejora de la salud, el bienestar y la productividad de los empleados ha quedado fuera de toda duda. Es indudable que se trata de un claro argumento empresarial a favor de invertir, promocionar y ocupar edificios más verdes y saludables. La mayor parte de las empresas albergan un tesoro oculto en forma de información que puede tener grandes e inmediatas consecuencias en sus dos mayores partidas de gastos: los empleados y los inmuebles. Comprender la relación existente entre estos dos elementos puede ayudar a las empresas a alcanzar una gran ventaja competitiva”.
Claudia Hamm, directora de estrategia en el entorno de trabajo para la región EMEA en JLL, destacó: “Muchos de nuestros grandes clientes corporativos reconocen ahora las ventajas empresariales y en materia de productividad de aquellos edificios que sacan lo mejor de sus empleados y cada vez tienen más en cuenta este aspecto a la hora de tomar decisiones estratégicas relacionadas con sus inmuebles. Este informe refuerza la idea de que la influencia de un edificio en sus ocupantes debe ser uno de los factores a tener en cuenta desde un punto de vista financiero”.
Algunas de las conclusiones del informe son:
- Calidad del aire en espacios interiores: Un exhaustivo análisis sugiere que la mejora de la calidad del aire en espacios interiores (baja concentración de CO2 y contaminantes, altas tasas de ventilación) puede traducirse en incrementos en la productividad de entre un 8% y un 11%.
- Bienestar térmico: La investigación ha demostrado que el bienestar térmico influye en gran medida en la satisfacción con el entorno laboral. Además, se pueden lograr mejoras de un dígito en materia de productividad gracias a pequeñas medidas de control de la temperatura realizadas por el personal.
- Iluminación y vistas a la naturaleza: Existen varios estudios que han demostrado que la productividad aumenta cuando los empleados están situados cerca de ventanas, es más, los expertos creen que es muy probable que las vistas a la naturaleza sean el factor más importante, especialmente en los casos en los que la vista ofrece una conexión con la naturaleza.
- Ruido y acústica: El análisis ha demostrado que, en la economía del conocimiento, la productividad en las oficinas resulta una quimera si existen ruidos que provocan distracciones no deseadas. Este elemento puede ser una causa de gran insatisfacción para los ocupantes del inmueble.
- Distribución interior: La configuración del interior de una oficina —esto incluye los puestos individuales de los trabajadores y las áreas de descanso e interacción social— es un factor que influye en la concentración, la colaboración, la confidencialidad y la creatividad.
- Diseño activo y ejercicio: La salud puede mejorar gracias a la práctica de ejercicio físico y, por lo tanto, el diseño activo en los edificios y el acceso a servicios e instalaciones adicionales —tales como aparcamiento para bicicletas y zonas verdes— pueden fomentar estilos de vida más saludables entre los ocupantes de los edificios.
El informe seña unas pautas para medir la salud, el bienestar y la productividad que se engloban en tres grupos:
- Parámetros financieros: El absentismo, la rotación de los empleados, el desglose de los ingresos (por departamentos o edificios), los gastos y dolencias médicas y las molestias físicas.
- Parámetros perceptuales: Existen estudios que, tras analizar una serie de hábitos de salud, bienestar y productividad en el entorno de trabajo, afirman que pueden aportar mucha información para la mejora del rendimiento en la oficina.
- Métricas físicas: Las mediciones directas realizadas en el entorno físico de las oficinas —como, por ejemplo, la temperatura— son fundamentales a la hora de evaluar su incidencia en la salud, el bienestar y la productividad de los empleados. Avances como la tecnología portátil y los llamados wearables pueden incrementar sustancialmente nuestro conocimiento en este ámbito.
El informe Health, wellbeing and productivity in offices: The next chapter for green building, toma como referencia otro informe, The Business Case for Green Building elaborado por el WorldGBC en 2013, que incluye un capítulo acerca de las ventajas de los edificios verdes en materia de salud y productividad.