El pasado 9 de abril de 2013, el Pleno del Ayuntamiento de Valladolid aprobó por unanimidad de todos los grupos una moción conjunta en la que se encargaba a los servicios técnicos y jurídicos municipales la elaboración de una «Instrucción general para impulsar la eficiencia y sostenibilidad en la contratación pública del sector público del Ayuntamiento de Valladolid e implementar a través de ella las políticas municipales en materia social, medioambiental, de innovación y promoción de las pymes y cooperativas».
El Ayuntamiento de Valladolid y las diferentes entidades que integran su sector público invierten al año en torno a 100 millones de euros en contratar obras, servicios y suministros. Con estas medidas se pretende lograr una mayor rentabilidad social de la contratación pública municipal, haciéndola más eficiente en un sentido muy amplio, en concreto con esta medida, promoviendo una compra pública verde y socialmente responsable.
La Instrucción se completa con cuatro capítulos, que se entregarán a todos los grupos municipales y se harán públicos para recibir sugerencias de mejora a lo largo de este mes de diciembre:
- Potenciar la participación en la contratación municipal de las pequeñas y medianas empresas, especialmente las locales.
- Incentivar la innovación empresarial en los bienes y servicios que adquiere el Ayuntamiento.
- Máxima transparencia en dichas adquisiciones.
- Mayor sostenibilidad económica en el tiempo de las inversiones realizadas.
Alcanzar todos esos objetivos conseguirá una contratación pública inteligente, enlazando así con el ambicioso proyecto social de renovación urbana «Smartcity Valladolid-Palencia».
Muchas de las medidas que en este documento se contemplan ya se están aplicando actualmente en la contratación municipal. Un buen ejemplo de ello son los contratos para inversiones sostenibles, financiados con cargo al remanente líquido de tesorería del presupuesto del año 2013, con la inclusión de cláusulas sociales en todos ellos.
Cláusulas ambientales
El objetivo que se pretende conseguir es generalizar la incorporación de consideraciones medioambientales en la contratación municipal, ponderando la sostenibilidad ambiental de las prestaciones contratadas y el coste del ciclo de vida de las obras, bienes o servicios, con el objetivo de avanzar decididamente hacia una contratación pública ecológica o verde. Se pretende así por tanto contribuir con la contratación municipal a promocionar una economía más eficiente y sostenible en términos medioambientales, fomentando un crecimiento económico más sostenible.
Este planteamiento enlaza claramente con la política medioambiental del Ayuntamiento, con medidas adoptadas ya en normas de hace casi 25 años, como el Reglamento de Parques y Jardines de la ciudad de Valladolid, de 1990, a las más recientes, como la Ordenanza sobre Ruidos y Vibraciones de 2013, que han de cumplir también los adjudicatarios de contratos firmados con el Ayuntamiento, o el denominado «Pacto de los Alcaldes», suscrito en febrero de 2011, cuyo principal objetivo es el cumplimiento por parte del municipio de los objetivos de la Estrategia 2020 en materia medioambiental: reducción de emisiones de CO2, y consumo de al menos un 20% de energía renovable para el año 2020.