CONSTRUIBLE: BUILD UP Skills Spain es una iniciativa europea, liderada en España por la Fundación Laboral de la Construcción, dentro del programa «Intelligent Energy Europe», cuyo objetivo principal es cualificar a los trabajadores de la construcción para conseguir mano de obra formada en Eficiencia Energética y Energías Renovables para el año 2020. ¿Cómo surge esta iniciativa y qué partners participan? ¿Cuál es el papel de la Fundación Laboral de la Construcción en el proyecto?
Javier Gonzalez López: La iniciativa de presentar un proyecto Build Up Skills (BUS) surge del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE, Ministerio de Industria, Energía y Turismo), que siendo conocedor de la convocatoria europea de Energía Inteligente Europa, decidió ponerse en contacto con la Fundación Laboral de la Construcción para informarnos sobre el programa, ya que entendía que era una de las entidades mejor posicionadas para liderar un proyecto de estas características.
Los socios de este primer pilar, desarrollado de noviembre de 2011 a abril de 2013, fueron el Instituto Nacional de las Cualificaciones (INCUAL), el Ministerio de Fomento y el Instituto Tecnológico de la Construcción (AIDICO), ya que era la asociación ideal para analizar políticas energéticas, cualificaciones profesionales y formación. Para el segundo pilar, cuyo desarrollo está previsto finalizar en septiembre de 2016, se ha contado de nuevo con el INCUAL y AIDICO, pero dados los objetivos propios del nuevo proyecto, en el que se concretan acciones formativas y medidas de mejora del sistema de formación profesional entre otros, se decidió incluir en la asociación al Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IETCC – CSIC), así como a la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo (FTFE), dependiente del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
En ambas iniciativas, la Fundación ha actuado como líder, gestionando la ejecución técnica y financiera del proyecto y sirviendo de interlocutor en Bruselas con la Agencia europea promotora, que en el primer pilar fue la Executive Agency for Competitiveness and Innovation (EACI), convirtiéndose desde el 1 de enero de 2014 en la Executive Agency for Small and Medium-sized Enterprises (EASME).
CONSTRUIBLE: La primera fase del proyecto se completó con la fase de análisis, lo que ha permitido estudiar la situación del sector de la construcción con respecto a la formación en materia de eficiencia energética en nuestro país, ¿cómo resumirías la situación encontrada? ¿Cuáles son las principales carencias detectadas y en qué campos?
Javier Gonzalez López: En este sentido cabría distinguir tres escenarios diferenciados de análisis dentro del proyecto: el de la edificación, el de la rehabilitación energética y el formativo.
Edificación
La incidencia de ciertos factores de demanda, como la disminución del gasto público, el descenso de créditos y la disminución de la inversión interna, han golpeado duramente al sector de la edificación. Esto ha supuesto, entre otros, un descenso drástico tanto del empleo como del número de empresas dedicadas a esta actividad.
Asimismo, el elevado stock de vivienda existente en la edificación residencial obstaculiza tanto la construcción de más viviendas como las actividades de rehabilitación, ésta última, además, con una muy elevada presencia de economía sumergida.
Rehabilitación energética
A este respecto cabe destacar que las medidas de rehabilitación energética que acometen los hogares españoles tienen que ver, fundamentalmente, con la sustitución de carpintería exterior por una con doble acristalamiento (39%) o la colocación de contraventanas (94%), por lo que las actuaciones que se realizan distan mucho de ser rehabilitaciones energéticas integrales.
La ausencia de incentivos, los fallos en la gestión administrativa, la falta de control del cumplimiento de la normativa o la nula información a los usuarios y propietarios de los edificios, son algunas de las barreras que los expertos apuntaron durante el proyecto como obstáculos a la rehabilitación energética.
Pero no todo son sombras, ya que también se identificaron algunas luces en el ámbito energético, como por ejemplo en la producción de materiales, donde se ha potenciado el I+D+i para el desarrollo de productos más eficientes, o en sectores como la hostelería (hoteles), la industria o el comercio (alimentación), que están apostando por la EE y las EERR como elemento de diferencia competitiva.
Formación y cualificaciones profesionales
España cuenta con un buen sistema de cualificaciones y formación profesional, pero la oferta formativa existente no cubre todas las nuevas competencias requeridas para la implementación de la EE y EERR en los edificios. Así, las competencias que requerirían de cualificación y formación serían prioritariamente las siguientes:
CONSTRUIBLE: Esta primera parte del Build Up Skills ha dado como resultado una Hoja de Ruta con una serie de acciones para dar respuesta a las necesidades formativas. ¿Qué acciones se han especificado para contribuir a la consecución de dicho objetivo? ¿Cuáles son las acciones más relevantes? ¿Hay alguna ya iniciada?
Javier Gonzalez López: Efectivamente, se definió una hoja de ruta sobre la base del análisis de situación previo y el trabajo colaborativo de un grupo multidisciplinar de expertos en una plataforma on line, que bajo distintas metodologías (foro, cuestionarios, análisis documental, etc.) trabajaron en torno a seis temas considerados como clave para establecer las distintas acciones: Rentabilidad; Edificación bajo criterios de eficiencia energética; Instalaciones de energías renovables; Cualificaciones profesionales; Formación para el empleo e Incentivación de la demanda.
Finalmente, se propusieron un total de 29 acciones concretas de actuación tales como el diseño de cursos, recursos formativos, mecanismos y herramientas de mejora del sistema formativo, campañas de difusión, etc. y 11 recomendaciones de corte más normativo, tendentes fundamentalmente a impulsar la rehabilitación energética de edificios desde el ámbito de la política.
CONSTRUIBLE: Actualmente se está llevando a cabo la segunda parte del proyecto Build up Skills, ‘Construye 2020’, de la cual también habéis resultado adjudicatarios. ¿En qué consiste esta segunda fase?
Javier Gonzalez López: La segunda fase del proyecto consiste en la implementación de algunas de las acciones definidas en la hoja de ruta, que fueron consideradas de mayor prioridad en función de los siguientes criterios: relevancia para el cumplimiento de los objetivos 20-20-20, probabilidad coyuntural de desarrollo y facilidad técnica de elaboración.
Sobre esta base, se seleccionaron para su puesta en marcha alrededor de 19 acciones, que tienen como objeto el diseño de nuevas acciones de formación sobre EE y EERR aplicadas a la edificación, la revisión de las cualificaciones existentes, la mejora del sistema de formación profesional mediante mecanismos proactivos de detección de necesidades formativas y de mercado o la incentivación de la demanda, mediante campañas de difusión y concienciación dirigidas a propietarios y trabajadores.
Actualmente, ya se han diseñado las acciones de formación, se ha iniciado la revisión de cualificaciones profesionales del Catálogo Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional en términos de EE y se está desarrollando un nuevo recurso educativo sobre temas energéticos, que será utilizado como elemento didáctico durante la prueba piloto de los nuevos cursos.
CONSTRUIBLE: En este momento estáis desarrollando un simulador educativo para móviles y tablets dirigido a formadores y alumnos. ¿En qué fase se encuentra este desarrollo y cuándo estará disponible?
Javier Gonzalez López: El simulador educativo está actualmente en fase de diseño gráfico e implementación tecnológica, ya que los contenidos técnicos están listos. Cabe indicar que una vez terminado, el alumno y el formador contarán con un recurso educativo muy útil que, mediante una clave muy visual e intuitiva, expone de forma guiada buenas prácticas en cinco temas muy relevantes en la edificación y rehabilitación con criterios energéticos: carpintería metálica, aislamiento, energías renovables, eficiencia energética e instalaciones eficientes. La aplicación estará disponible a finales de febrero en los mercados de aplicaciones Google Play y Apple Store.
CONSTRUIBLE: Una de las principales conclusiones del estudio preliminar determinó que para 2020 harían falta en España entre 166.000 y 600.000 trabajadores del sector de la construcción especializados y formados en materia de eficiencia energética para cumplir con el objetivo europeo 20-20-20. ¿Crees que son cifras alcanzables?, ¿qué recursos serían necesarios para conseguir un nivel de formación adecuado?
Javier Gonzalez López: Es necesario apuntar que la estimación de trabajadores especializados y formados en EE necesarios para cumplir con los objetivos 20-20-20, es una proyección estadística calculada sobre datos de ocupación en el sector de la edificación, los objetivos energéticos del país para el 2020, la contribución esperada del sector de la edificación, la inversión asociada a la rehabilitación del parque edificado, así como en el dato apuntado por los expertos que considera que el porcentaje de trabajadores vinculados a la eficiencia energética y el uso de energías renovables, oscilará -en el mejor de los escenarios- entre el 25 y el 35%. Por tanto, son datos que hay que considerarlos como estimaciones, ya que su evolución futura dependerá sensiblemente de aspectos como la coyuntura económica nacional, la apertura del crédito, cambios legislativos, etc.
En cualquier caso, lo que sí que parece claro es que el futuro de la edificación pasa necesariamente por la rehabilitación de edificios y, especialmente, desde un punto de vista energético por lo que se va a necesitar mano de obra especializada en EE. Para tal fin, se estimaba en el proyecto que sería necesaria una inversión en formación especializada de entre 28 (escenario bajo) y 60 (escenario alto) millones de euros anuales, calculado teniendo en cuenta un coste de 11 euros/hora y 90 horas por trabajador.