El pasado mes de febrero fue inaugurado Biohotel Organic Suites, situado en la localidad de Usaquén, al norte de Bogotá (Colombia). Un edificio respetuoso con el medio ambiente, único en Latinoamérica, que genera de forma autosuficiente con energía solar, parte de sus demandas de consumo, reutiliza el agua y tiene una autonomía de servicios públicos para dos semanas.
El proyecto es una iniciativa liderada por el gestor Samuel Huertas, que nace teniendo en cuenta la importancia de la conservación de los recursos naturales para la construcción sostenible; intentando a través de distintos sistemas y tecnologías, minimizar el impacto que el edificio puede causar al medio ambiente durante su construcción y operación. Además, el inmueble está diseñado para afrontar la realidad del incremento de la temperatura y la escasez de agua adaptándose a la situación climatológica de la región.
En términos de ahorro energético, utiliza sistemas tecnológicos como la cogeneración de energía eléctrica a través de paneles fotovoltaicos con los que se espera generar cerca del 5% de la energía necesaria para la actividad del hotel. Además, el calentamiento del agua potable se produce a través de tubos de vacío que utilizan la energía solar para precalentar el agua disminuyendo los consumos de gas de las calderas; las bombillas son de tipo LED y se han instalado sensores fotovoltaicos en zonas comunes para limitar el uso de iluminación artificial en función de la cantidad de luz natural existente en el edificio.
Otras estrategias para este propósito están centradas en el diseño bioclimático del hotel, que vincula respuestas arquitectónicas como la inclusión de un gran vacío central a lo largo del edificio. Este hecho permite la iluminación y ventilación natural en su interior evitando al máximo sistemas artificiales de climatización.
En lo que respecta al tratamiento de las fachadas del proyecto, éstas incorporan aislamientos térmicos y acústicos en sus muros y unas ventanas de madera cubiertas con aluminio en el exterior que permiten romper el puente térmico entre la temperatura exterior e interior del hotel. Con ello se garantiza un alto nivel de aislamiento e insonorización, reduciendo las pérdidas de las cargas térmicas del edificio y minimizando el uso de calefacción o aire acondicionado dentro del mismo.
En esta misma línea, el sistema de climatización de las habitaciones es un circuito cerrado de agua caliente o fría (regulable según la necesidad de cada habitación), que fluye por una serie de celdas instaladas detrás de los muros de ‘dry wall’ que finalmente transfieren su temperatura a los paneles de yeso convirtiéndolos en superficies radiantes que proporcionan confort especialmente en las horas de la noche a los huéspedes. Esta tecnología es importanda de Alemania y pionera en Colombia.
Además, para potenciar la reducción del consumo de agua se implementan sistemas como la recolección de las aguas de lluvia y las freáticas que se infiltran en el sótano del edificio para su posterior tratamiento y utilización en los sistemas de riego tanto de los jardines verticales, cubiertas verdes, cultivos orgánicos como en los sistemas de aseo de zonas comunes del proyecto; el acopio de las aguas grises de duchas y lavamanos, las cuales serán tratadas en su respectiva planta y con las que se surtirán los sanitarios del hotel. Se tiene proyectado ahorrar cerca del 50% de agua en comparación con un hotel convencional añadiendo además griferías, duchas y sanitarios ahorradores de agua certificados.
Los materiales empleados en el hotel también respetan el medio ambiente. La carpintería fue desarrollada en España con maderas certificadas de bosques europeos sembrados exclusivamente con estos propósitos; las alfombras han sido fabricadas con materiales reciclados; la tubería de suministro de agua potable fría y caliente así como la de aguas recicladas y un sistema contra incendios que es de polipropileno (material que ya reemplazó al descontinuado PVC en Europa dada la alta toxicidad del humo y residuos de sus componentes en incendios). Además, los pisos de madera son de bambú producido en cultivos certificados que gracias a su resistencia garantizan una mayor durabilidad. Por otro lado, se implementan jardines verticales en la fachada y cubiertas verdes que sirven de aislamientos termo-acústicos y aportan a la disminución de contaminación del aire a través de la captación de partículas de polvo y reducción del efecto de isla térmica de las ciudades respectivamente.
De acuerdo con su plan de uso ambiental, este hotel latinoamericano separa los materiales sobrantes de la obra para su posterior acopio y reciclaje en centros autorizados. Bio Hotel también recicló el 90% de los materiales de la demolición de las casas originales existentes en el lugar en que hoy en día se sitúa el hotel, para ser usados posteriormente en otras construcciones y centros de acopio.
Bio Hotel Organic Suites tiene como meta certificarse en la categoría GOLD que otorga el US Green Building Council, a través de su metodología para la evaluación para proyectos sostenibles LEED.