Tecnalia propone una metodología para el diseño de espacios urbanos confortables desde el punto de vista acústico térmico y lumínico que les otorgue un valor diferencial y facilite su reconocimiento frente a otros a través del desarrollo de un sello de calidad o a mediante su inclusión en alguno de los indicadores descritos a continuación.
La compañía hace esta propuesta partiendo de la idea de que la ciudadanía muestra cada vez una conciencia social y medioambiental mayor y tiene en consideración los valores que una ciudad le puede ofrecer en materia de calidad de vida. En los últimos años han surgido numerosos indicadores de clasificación de las ciudades para su posicionamiento con un eje común, la calidad de vida.
Indicadores de confort
Algunos ejemplos de estos indicadores son “Smarts cities” (ciudades inteligentes) de SIEMENS, “Green cities” (ciudades verdes), “Healthy cities” (ciudades saludables) de Reino Unido, de la que forman parte 28 ciudades, o “Walkable cities” (ciudades caminables).
Aunque quizá los indicadores con mayor reconocimiento sean el “Quality of Living City” (Calidad de Ciudad Vivible) de Mercer Survey o el “Liveability City Ranking” (Clasificación de Ciudad Vivible). Este último desarrollado por la Unidad de Inteligencia de The Economist, que publica un ranking de habitabilidad de 140 ciudades de todo el mundo cada año. En el año 2014 Melbourne, Viena y Vancouver ocuparon los tres primeros puestos de este Ranking.
Calidad de vida
En definitiva, se busca que las ciudades sean habitables. Ofrecer a la ciudadanía; salud, espacios verdes, cohesión social y oportunidades para el movimiento peatonal a través de una escala humana de desarrollo.
Por tanto, bajo estos indicadores subyace el concepto de calidad de vida y, con él, el de bienestar. En este marco, Tecnalia entiende el confort como un concepto relativo a un periodo de tiempo cercano a la acción o evaluación (corto plazo), que a medio plazo se entiende como bienestar, y a largo como salud.
Confort y bienestar
El término confort hace referencia a un estado de satisfacción o bienestar físico o psicológico que es consecuencia de un cierto equilibrio entre la persona y su medio, es decir, entre sus condiciones fisiológicas y las ambientales (Tornero et al., 2006). El concepto es un anglicismo que podría ser sustituido por bienestar, aunque la referencia temporal de éste es más amplia (medio plazo). Ambos conceptos están relacionados directamente con la salud (largo plazo).
Por otro lado, la OMS define la salud (Constitución de la Organización Mundial de la Salud, New York, 1946) como un estado biopsicosocial, es decir, como un estado de completo bienestar físico, mental y social, a lo que posteriormente se añade, en armonía con el medio ambiente.
Valoración del confort
Una revisión de los rankings de ciudades mencionadas desvela que todos ellos están relacionados y basados en principios similares, pero ninguno considera explícitamente criterios de valoración de confort en el espacio público. Sin embargo, si se piensa que los espacios urbanos estanciales constituyen una prolongación de nuestra vivienda, fomentando la cohesión social y que pueden contribuir a mejorar la calidad de vida, es necesario otorgar un grado de confortabilidad a los mismos que contribuya al bienestar del usuario. Para ello, las condiciones ambientales son una variable fundamental a considerar.