Morgan Advanced Materials ha lanzado una gama de materiales piezoeléctricos que proporcionan detección y supervisión fiables en entornos de altas temperaturas por encima de los 200ºC. Basados en las contrastadas propiedades del zirconato titanato de plomo (PZT), los nuevos materiales son adecuados tanto para la detección de vibraciones como de presión en aplicaciones de control de procesos y plantas, de generación de energía, de automoción y aeroespaciales. También son aptos para ensayos no destructivos (END) NDT (por las siglas en inglés de non-destructive testing) a largo plazo, ya que permiten una detección continua de fallos in situ a temperaturas de hasta 250 °C.
Previos materiales de este tipo plantean un compromiso entre su actividad piezoeléctrica y la temperatura máxima de funcionamiento, con una rápida degradación térmica para temperaturas superiores a 200 °C. Los nuevos productos son sin embargo estables con respecto a la temperatura, y están calificados para uso continuo hasta 250 °C, con una máxima intermitente de 300 °C. Disponibles en formulaciones a medida, cuentan con coeficientes de carga piezoeléctrica (d33) superiores a 400 pC/N.
El uso de dopantes para producir materiales tanto blandos como duros permite una mayor personalización de las características de funcionamiento, y una ampliación de los límites de las prestaciones. Las pruebas también han mostrado una resistividad excepcional a temperaturas elevadas, lo que permite un gran ancho de banda de detección en aplicaciones de alta sensibilidad.
Esta estabilidad con respecto a la temperatura es muy significativa en sectores en que una operación continua o ciclos eléctricos y de estrés prolongados son vitales para la construcción y funcionamiento de los dispositivos.