El rascacielos sostenible más alto del mundo ya se ha empezado a construir en el barrio bilbaíno de Bolueta. Éste forma parte de un proyecto de edificación de 361 viviendas repartidas en dos rascacielos. El primero, de 108 viviendas de protección oficial y 63 viviendas sociales será construido por la Sociedad Pública del Gobierno Vasco, Visesa; y está construyéndose acorde a las exigencias energéticas del estándar de PassivHaus. Un hecho que le ha permitido ser finalista del Premio ‘X Concurso Internacional de Buenas Prácticas de Naciones Unidas’, obteniendo la calificación de BEST por la actuación conjunta de regeneración de la zona.
El proyecto elaborado por el Arquitecto Germán Vázquez Arteaga, con un plazo de ejecución de 22 meses, es el primer edificio pasivo en altura que se construye en el Estado y será ocho metros más alto que el de Nueva York, ahora el más elevado, con un coste energético prácticamente nulo para beneficio de sus futuros vecinos
. En él se aplicarán mejoras constructivas y de las instalaciones buscando el confort de las personas usuarias, a lo que hay que sumar la reducción del consumo y mejora de la calidad del aire interior.
El Ayuntamiento de Bilbao pretende así mejorar la calidad de vida de este barrio con una regeneración integral que comenzará por los aspectos fundamentales en los que hacen hincapié las 361 viviendas del proyecto para el Área de Reparto 421 de Bilbao: ahorro energético, confort y construcción con materiales naturales y sanos; dado que su construcción se plantea bajo un doble compromiso. Social por un lado, al ser una promoción de viviendas protegidas; y medioambiental por otro, debido al consumo energético casi nulo que tendrán las futuras edificaciones.
Al tratarse de viviendas de Consumo de Energía Casi Nulo, se construyen buscando garantizar, mediante mejoras constructivas y de instalaciones, la más alta eficiencia energética, lo que permite aportar un mayor confort a las personas usuarias; al tiempo que reducen en gran medida la demanda energética y el consumo, así como los gastos de uso y mantenimiento de las instalaciones de calefacción y agua caliente. Para conseguirlo, el edificio está diseñado y se está construyendo con mejoras técnicas en aislamiento térmico, control de puentes térmicos, estanqueidad de aire, carpinterías de altas prestaciones y ventilación con recuperación de calor. Gracias a ello, se ofrecerán ventajas como el ahorro energético, confort, calidad de aire interior y mejor acústica.
La operación se divide en dos rascacielos. El primero de ellos arranca ahora su construcción con una torre de 27 alturas que albergará 108 viviendas de protección oficial de tres dormitorios, cuyas superficie útil abarca desde los 73,99 m2 a los 84,82 m2. Además, habrá viviendas de dos dormitorios, adaptadas para personas de movilidad reducida. Estas VPO, de las que 45 serán entregadas al Ayuntamiento de Bilbao en compensación por los aprovechamientos urbanísticos, se venden con cocina equipada, y se podrán adquirir a partir de 150.390 euros más IVA con garaje y trastero incluido. Esta primera promoción de viviendas cuenta con un presupuesto contratado de casi 14,2 millones de euros IVA excluido.
En el segundo rascacielos, colindante al primero, se prevé la construcción de otras 190 viviendas tasadas: 78 viviendas de dos dormitorios, ocho de ellas adaptadas para personas con movilidad reducida, y 112 viviendas de tres dormitorios con unas superficies que varían desde los 58 a los 88 m2. Las 190 viviendas tasadas cuentan con un presupuesto de licitación de 14,6 millones de euros. La ejecución de ambos proyectos supondrá la creación de 361 empleos directos y 271 indirectos según el Gobierno Vasco.
Este edificio que una vez finalizado será el edificio pasivo en altura más alto según afirman el Consejero de Empleo y Políticas Sociales de Gobierno Vasco, Ángel Toña y el Alcalde de Bilbao, Juan María Aburto; tiene también otros objetivos. Con él, se pretende recuperar una zona degradada urbanísticamente y dotar de significación a la intervención; aprovechando antiguos suelos industriales en desuso. De esta manera, el proyecto se presenta como una oportunidad de revertir la actual situación de degradación, planteando una regeneración integral del área.
Por ello, esta fase de urbanización pública que se está ejecutando, se concibe en estrecho contacto con la ría, con el objetivo de recuperar el entorno natural en el ámbito arquitectónico, el microurbano y el sectorial. En este sentido, se va a construir un paseo en la ribera de la ría y se acondicionará el cauce de la ría para prevenir inundaciones.
En cuanto a la reordenación del espacio público y redes de transporte, también se proyecta un espacio verde que conectará con el Nervión y con la parada de Bolueta de Metro Bilbao. Se modifica la Avenida de Miraflores para coordinar su trazado con las infraestructuras de metro y ferrocarril, y se completa con un bidegorri. El proyecto es además generador de Vivienda Social promovida por las Administraciones Públicas, proyectándose como un total de 1.100 viviendas de las que 608 serán viviendas sometidas a algún régimen de protección pública en la zona.