El Instituto Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines, AIDIMA, ha presentado el Proyecto Life Extruclean, una iniciativa coordinada por el Instituto Tecnológico de Plástico, AIMPLAS, con el objetivo de eliminar, previamente a su reciclaje, la toxicidad de los envases de polietileno que han contenido sustancias peligrosas.
La exposición, realizada por el director del Dpto. Embalaje y Transporte de Mercancías de AIDIMA, Javier Turégano, ha mostrado la viabilidad del uso de sc-CO2 (dióxido de carbono supercrítico) en el reciclado de polietileno de alta densidad (HDPE) procedente de envases y embalajes que han contenido sustancias tóxicas y peligrosas, como una alternativa al proceso tradicional de reciclado que requiere tres etapas de lavado con un alto consumo de agua, productos químicos y energía.
El empleo de este fluido supercrítico permitiría, según Turégano, la reducción del número e intensidad de las etapas de lavado con las consiguientes ventajas medioambientales y ahorro de recursos. Además, la agresividad de las etapas de lavado reducen la calidad del HDPE reciclado, circunstancia que no ocurriría o lo haría en escasa medida con el empleo de sc-CO2, precisó.
En las pruebas iniciales de descontaminación de granza de HDPE contaminada bajo condiciones controladas, y realizadas con diferentes concentraciones de sc-CO2, la reducción de los niveles de contaminación permite optimismo con respecto a la plena consecución de los objetivos del proyecto, explicó Turégano, quien afirmó que con este sistema Europa podría reutilizar 80.000 toneladas anuales de polietileno, de las más de 100.000 que actualmente genera, al proporcionar un residuo final de calidad, evitando así su destrucción mediante incineración.