La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, han participado en la apertura de la jornada ‘Las claves de la Cumbre del Clima: París 2015’ celebrada en la sede del Ministerio.
En su intervención, la ministra ha comentado que esta transición hacia una economía sostenible y baja en carbono solo es posible si contamos con la participación activa del conjunto de la sociedad. Un cambio que según Tejerina, ya ha comenzado, puesto que los compromisos de Kioto los suscribieron 38 países, lo que significaban apenas el 30% del total de emisiones mundiales de gases efecto invernadero. Ahora, en la Conferencia del Clima de París (COP21), más de 170 países (más del 90% de las emisiones del planeta) ya han presentado sus compromisos.
Para ello, la ministra entiende que la vía multilateral es la única posible para dar respuesta a este desafío. En este ámbito, España tiene una posición muy activa en el marco de las negociaciones internacionales, y acude a París con un compromiso muy claro, que se alcanzó en octubre de 2014 por los jefes de Estado y de Gobierno europeos: el Marco 2030 sobre Clima y Energía
. Dicho acuerdo incluye tres grandes compromisos:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en, al menos, un 40% sobre las emisiones de 1990.
- Conseguir una participación de las energías renovables del 27% en el consumo final de la energía.
- Mejorar la eficiencia energética en un 27%.
En el ámbito de la financiación, García Tejerina ha precisado que la Unión Europea y sus 28 Estados miembros son los mayores proveedores de fondos para mitigar el cambio climático y ha destacado dos iniciativas en las que participa España de la mano de la Presidencia francesa para contribuir a mitigar los efectos del cambio climático: la iniciativa ‘4X1000’, cuyo objetivo es aumentar el contenido de carbono orgánico de los suelos; y el proyecto franco-luso-español de impulso del vehículo eléctrico.
Para la ministra, este acuerdo que salga de la COP21 deberá contener tres elementos clave, como son dar una señal clara sobre la necesidad de abrir un proceso hacia la descarbonización de la economía; conseguir un acuerdo ambicioso, duradero y revisable; y alcanzar un sistema transparente para la rendición de cuentas y comprobar que los compromisos se materializan.