BPIE ha publicado un nuevo informe que podría servir de eje inspirador para el desarrollo de políticas de renovación de edificios reduciendo el gasto de energía y de emisiones de CO2. En esta línea, el estudio analiza varios enfoques y soluciones disponibles, en concreto cinco, para hacer frente a la renovación en términos de escala, financiación y logro de objetivos sociales.
Cinco han sido los ejemplos seleccionados para inspirar y motivar a los responsables políticos europeos en diferentes enfoques: energía cero (Países Bajos); un fondo rotatorio de préstamos (Estonia); un programa nacional a gran escala (Alemania); un esquema la lucha contra la pobreza energética (Francia) y los servicios dedicados a la energía para el sector público (Reino Unido).
Según el informe, estos aspectos y la identificación de factores críticos de éxito deben ser considerados a la hora de desarrollar este tipo de iniciativas. Estos van desde la maximización de buy-in a través de los grupos de interés compromiso, la asistencia de expertos, financiación a medida, control de calidad para la flexibilidad o la política de compromiso.
Además, considera que debería darse un cambio de estrategia ya que las medidas puramente voluntarias no se traducen en el nivel requerido de renovación de edificios, a pesar del atractivo que puede suponer para los consumidores la ayuda financiera disponible. Así, el informe aboga por cambios en la propiedad, uso del edificio o los trabajos realizados que activen las mejoras de eficiencia energética, así como que el requisito de renovación anual de 3% para los edificios del gobierno (EED, artículo 5) debe extenderse a todos los edificios públicos. Por otra parte, considera que la vivienda social debe estar en el cuartil superior de las calificaciones de eficiencia energética con el fin de proporcionar la vivienda cómoda y asequible, especialmente para los hogares en riesgo de pobreza energética.