La Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, Oficemen, ha presentado CRECIMENTA 20.30, un plan que parte del objetivo de recuperar en el año 2020 un nivel de producción anual estable de 30 millones de toneladas de cemento. Un dato que supone duplicar los niveles de consumo actuales.
El plan incluye 25 medidas para dinamizar la demanda de cemento, incrementar la competitividad internacional y lograr importantes impactos económicos, sociales y medioambientales para el conjunto de la sociedad. Las propuestas están basadas en dos ejes según explica Oficemen: dinamización de la demanda e incremento de la competitividad internacional. Por lo que respecta a la demanda, el plan plantea medidas basadas en la incorporación del hormigón a la construcción y rehabilitación de carreteras, vías ferroviarias, vías urbanas, edificación, infraestructuras del ciclo integral del agua y de gestión de residuos, entre otras.
Respecto a la competitividad internacional, aboga por la reformulación de las tarifas de acceso eléctricas y del mecanismo de interrumpibilidad; el incremento de las bonificaciones asociadas al conjunto de las tasas portuarias; el apoyo a la utilización de residuos para su uso como combustible alternativo y materia prima sustitutiva en cementeras, evitando su depósito en vertederos; la flexibilización de los objetivos de reducción de CO2 marcados por Europa, y la reducción de los trámites administrativos en la cadena de valor del sector cementero. Otra de las claves fundamentales del plan pasa por potenciar la I+D+i, con el objetivo de incrementar la gama de productos puesta en el mercado con soluciones ad hoc para cada tipo de obra, al tiempo que se reducen las emisiones y los costes de producción.