El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado un proceso para convertir la empresa municipal de Tratamiento y Selección de Residuos (TERSA) en un operador energético con el fin de asesorar a los ciudadanos en ahorro energético y comercializar energía local verde.
Esta acción, recogida en la hoja de ruta del Consistorio para los próximos dos años, busca hacer realidad la apuesta climática de la ciudad condal para conseguir un suministro de energía 100% renovable con cero emisiones de gases de efecto invernadero. De este modo, el operador energético quiere ser un instrumento de promoción y estímulo de la generación energética local y renovable tanto a nivel de equipamientos municipales como para terceros, es decir, una comercializadora de energía verde y local.
Esta realidad tendría que ir intrínsecamente ligada a ofrecer servicios energéticos integrales: asesoría a los ciudadanos, acompañamiento y estímulo energético en sus consumos y en sus proyectos, vinculación con proyectos de rehabilitación energética, incrementar la cultura energética etc, con el objetivo principal de la promoción del ahorro energético y la eficiencia energética.
Actualmente, se están analizando los pasos a seguir para acabar de definir este ente propio y todos los requisitos necesarios para que se pueda lograr esta realidad. Un primer paso ha sido la formalización, a la Junta de Accionistas de Tractament i Selecció de Residus, SA (TERSA), de la modificación de sus estatutos de forma que esta empresa pueda acontecer una gestora energética.