El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) ha completado las investigaciones para desarrollar nuevos recubrimientos funcionales para plástico, cerámica, metal y vidrio gracias a la nanotecnología. Los trabajos de investigación llevados a cabo en el marco del proyecto Nanosurf, financiado por el Instituto Valenciano de competitividad Empresarial (IVACE) a través de los Fondos europeos FEDER de Desarrollo Regional, han sido coordinados por AIMPLAS y ha contado con la participación de otros cuatro centros asociados a REDIT: el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), el Instituto Tecnológico Metalmecánico (AIMME), el Instituto Tecnológico del Mueble, la Madera, Embalaje y Afines (AIDIMA) y el Instituto Tecnológico Textil (AITEX).
Durante el desarrollo del proyecto se están estudiando los tratamientos mediante los nanomateriales que mayor interés tecnológico presentan actualmente, tanto para substratos poliméricos, como metálicos, madera, textiles, cerámicos o vidrios. El objetivo de la colaboración entre sectores tan horizontales es encontrar y definir puntos comunes, sinergias y convergencias entre las diferentes tecnologías de recubrimientos y tratamientos superficiales. Por eso, como paso previo a estos tratamientos, es importante detectar la viabilidad de metodologías de activación de superficies que pudieran ser compatibles entre metales, madera, textiles, materiales cerámicos y polímeros.
Otro de los puntos de especial interés de esta colaboración entre institutos se ha centrado en detectar convergencias en el empleo de técnicas de caracterización comunes entre metales, madera, textiles, cerámicas o polímeros que determinen la mejora de propiedades en superficie (tribológicas, sensoriales, microbianas, funcionalidades variadas, etc.).
Se trata de investigaciones en línea con una tendencia de futuro como es el uso de los llamados materiales híbridos: materiales cuyas propiedades ya no son la de los materiales tradicionales tratados individualmente, sino la de un nuevo material cuyas características y propiedades derivan de las sinergias entre ellos. Por ello, una de las mayores ventajas de la colaboración entre institutos tecnológicos radica en detectar y, posteriormente aplicar, las convergencias existentes entre los tratamientos, mediante nanotecnología, sobre las distintas superficies y sus técnicas de caracterización, como prospección para el desarrollo de estos nuevos materiales híbridos.