El Proyecto BIOCLEAN, concluido en agosto de 2015, ha mostrado la viabilidad de las biotecnologías necesarias para procesar con eficacia y sostenibilidad los residuos plásticos. En concreto, el consorcio se ha dedicado al PVC, el poliestireno, el polipropileno y el polietileno, muy comunes en la industria y presentes en una gran proporción de los residuos plásticos.
A través del aislamiento y selección de microbios detectados en residuos plásticos, se evaluaron las bacterias y hongos para aislar los más eficaces a fin de descomponer, desintoxicar y valorizar los residuos. Las bacterias más prometedoras se combinaron con pretratamientos químicos y se ensayaron en varios tipos de plástico, de manera que el proceso se aplicó a mayor escala en las instalaciones de compostaje de La Canea, en la isla griega de Creta, donde se demostró su capacidad para mejorar la biodegradación natural de los plásticos en un proceso de compostaje de residuos orgánicos.
El nuevo proceso biotecnológico desarrollado por los socios del proyecto BIOCLEAN reducirá los efectos de la contaminación por plásticos en entornos delicados, ayudará al sector de los plásticos a aumentar su eficacia a la hora de reciclar y ofrecerá a los expertos en recuperación y reciclaje directrices sobre el mejor modo de descomponer distintos tipos de plásticos.
Este avance en las técnicas de procesamiento favorece a la industria de los plásticos, la cual se propone reducir su impacto en el medio ambiente y aumentar su eficiencia productiva mediante una tasa de reciclaje mayor. Los productos plásticos se emplean con profusión en distintas industrias, como las dedicadas a la automoción, los electrodomésticos, los materiales de construcción y el envasado de alimentos.