Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado un material que puede almacenar la energía solar durante el día y la libera más tarde en forma de calor, cuando sea necesario. Se trata de una película de polímero transparente que se puede aplicar a muchas superficies diferentes como el cristal de una ventana o la ropa.
La mayoría de los esfuerzos desarrollados hasta el momento para guardar energía solar se han centrado en el almacenamiento y recuperación de la energía solar en forma de electricidad. Sin embargo, el nuevo hallazgo del profesor Jeffrey Grossman y David Zhitomirsky podría proporcionar un método eficiente para almacenar la energía del sol a través de una reacción química y liberarlo más tarde en forma de calor. El nuevo sistema, permite conservar de forma indefinida en una configuración molecular estable, hasta que su liberación se desencadena por una pequeña sacudida de calor.
Se trata de una película delgada de polímero transparente que puede emplearse incorporada a numerosos materiales diferentes, incluyendo el vidrio o la tela, apuntan los investigadores. Para hacer la película capaz de almacenar una cantidad útil de calor, y para asegurar que pueda ser fabricado fácil y fiable, el equipo comenzó con materiales llamados azobencenos que cambian su configuración molecular en respuesta a la luz. Los azobencenos pueden ser estimulados por un pequeño pulso de calor, para volver a su configuración original y suelte mucho más calor en el proceso. Los investigadores modificaron la química del material para mejorar su densidad de energía, su capacidad para formar capas lisas, uniformes, y su capacidad de respuesta al impulso de calor activación.
Aplicación en vidrio
El material puede ser empleado para el deshielo de los parabrisas de los coches. Con una ventana de este tipo, la energía se almacenaría en el polímero cada vez que el coche se encuentra en la luz del sol. El sistema no requiere que todo el hielo en realidad ser fundido, sólo que el hielo cercano al vidrio se funde lo suficiente para proporcionar una capa de agua que libera el resto del hielo se deslice por gravedad o ser empujado a un lado por los limpiaparabrisas.
El equipo continúa trabajando en la mejora de las propiedades de la película. El material cuenta actualmente con un tinte amarillento ligero, por lo que los investigadores están trabajando en la mejora de su transparencia. Y puede liberar una ráfaga de alrededor de 10 grados centígrados por encima de la temperatura ambiente – suficiente para la aplicación de hielo de fusión – pero están tratando de impulsar que a 20 grados.