La cuarta y quinta planta del edificio de la calle Enric Granados 69, en el corazón de L’Exaimple de Barcelona, cuenta con un sistema constructivo realizado a base de paneles de madera a fin de reducir el peso de las plantas añadidas y conseguir la máxima calificación de eficiencia energética (A+).
La intervención, realizada por La Casa por el Tejado y el estudio barcelonés Miba Arquitectes, incluye la rehabilitación de fachadas y de los espacios comunes interiores, la instalación de ascensor y la actualización de las instalaciones comunitarias. Para su desarrollo, en este edifico plurifamiliar situado entre medianeras y construido en 1900 con fundaciones de ladrillos cerámicos, se han empleado paneles de madera procedentes de explotaciones controladas con Certificación Forestal (FSC).
Las dos nuevas viviendas, de unos 100 m2 de superficie útil, quedan en el mismo plano de la fachada existente en la calle Enric Granados, con el objetivo de respetar la composición. Sin embargo, en la fachada posterior, se adapta la 4º planta a la profundidad edificada vigente, mientras que en la 5ª planta se retira 1,70 m creando una terraza que da al interior de manzana.
Para favorecer la entrada de luz natural en estas estancias y favorecer la ventilación cruzada, el patio interior de la finca se prolonga hasta la nueva cubierta, ampliado su diámetro en las plantas remontadas. Asimismo, se han limitado al máximo las necesidades de climatización al facilitar la ventilación cruzada y emplear elementos de protección solar, diferenciados según la orientación de las dos fachadas, apuntan desde La Casa por el Tejado. De este modo, se favorece la iluminación natural al abrir grandes huecos acristalados en las fachadas y patios interiores; a lo que hay que sumar la instalación de sistemas LED o de bajo consumo para la iluminación artificial.
La envolvente de estas viviendas se compone de una fachada ventilada de paneles de metal expandido de color rojizo transparente. Una solución que pretende dialogar con la fachada existente desde el punto de vista del diseño contemporáneo. En la fachada que da al interior de la manzana, se ha optado por la construcción de un cerramiento tipo galería con persianas de madera de cedro. Como elemento diferencial, en la 5º planta donde se ha creado una nueva terraza, la conexión con el interior de la vivienda se realiza mediante una ventana corredera de perfil de aluminio mínimo y con rotura de puente térmico.
En la nueva cubierta plana, de uso exclusivo para mantenimiento, se han colocado las instalaciones de telecomunicaciones y chimeneas, así como colectores solares para la producción de agua caliente sanitaria. Criterios sostenibles que están presentes en todos y cada uno de los pasos para la construcción de estas viviendas. Desde la fabricación de las piezas o el transporte de las mismas, los tabiques, ventanas o la cubierta, que son reciclables, permiten alcanzar el 60% de ahorro en impactos ambientales respecto a la construcción estándar habitual.
Construcción y montaje industrializado a medida
A la hora de incorporar las dos plantas adicionales, se derribaron los elementos pesados de la azotea, es decir, la cubierta catalana de ladrillos macizos, la caja de la escalera, un murete perimetral y diversos cerramientos cerámicos. Mientras que para la estructura ligera se desarrolló un nuevo sistema constructivo industrializado mediante paneles de madera (FSC) de gran formato, con el asesoramiento de la oficina técnica Klimark especializada en construcción en madera.
De las piezas que componen la estructura destacan unas vigas mixtas de madera laminada y acero. Madera y acero se han unido mediante resinas epoxi para dotarlas de mayor resistencia a la flexión. La madera, asimismo, protege al acero en caso de incendio, evitando que el calor haga perder capacidad portante. Otro de los materiales innovadores utilizados en esta obra son las placas de fibra de celulosa y pasta de yeso, aglomeradas, que se han utilizado en suelos y paramentos verticales interiores y exteriores. Se trata de una solución ligera que permite la construcción en seco y ofrece una elevada resistencia a la humedad, gracias a unas membranas transpirables de estanqueidad al aire y barrera de paso del agua (no así del vapor).
La estructura de madera de las viviendas sobreelevadas se apoya sobre un cerco perimetral de hormigón armado que se ha dispuesto en la cubierta anterior. El nuevo entramado está formado por tres planos horizontales que conforman los forjados (suelo y techo de la primera planta añadida, y techo de la segunda planta añadida) y cuatro planos verticales que conforman los cierres exteriores a fachadas y medianeras. La configuración de la planta de los forjados de la remonta respeta los patios interiores existentes y la posición de la escalera principal a conservar.
Los cerramientos y particiones interiores están formados por el mismo sistema constructivo, aunque la mayoría de ellos no tienen capacidad portante. Se trata de un entramado aún más ligero que el utilizado en fachadas y medianeras, revestido por ambas caras por placas de yeso y celulosa aglomeradas. En su interior se ha dispuesto lana de roca que actúa como aislamiento acústico.
El proceso de montaje dura dos días (dos domingos para no entorpecer el tráfico durante los días laborables), consiguiendo limitar las molestias para los vecinos. Tras el montaje, se realizan los acabados de las fachadas exteriores y de los interiores, así como la instalación de equipamiento interior. Paralelamente, se llevan a cabo los trabajos de rehabilitación de espacios comunes del edificio para que el plazo de construcción total de la vivienda no supere los 4 meses, en comparación con los 12-18 meses que llevaría una obra convencional con las mismas características.
Reducción de la demanda energética
Este diseño de las nuevas viviendas permite obtener un 50% de reducción de la demanda energética, respecto al límite que indica la norma vigente (Código Técnico de la Edificación). Esto es así porque se limitan al mínimo las necesidades de climatización facilitando la ventilación cruzada y empleando elementos de protección solar diferenciados según la orientación de las dos fachadas. También se favorece la iluminación natural abriendo grandes huecos acristalados en fachadas y patios interiores y se instalan sistemas LED o de bajo consumo para la iluminación artificial. La energía para el funcionamiento del sistema de agua caliente sanitaria se produce mediante paneles solares y bombas de calor de alto rendimiento y se utilizan sistemas de bajo consumo para el agua.
Los resultados son medidos mediante el sistema SENDA, una herramienta propia de evaluación medioambiental desarrollada por la consultora Societat Orgànica para controlar la consecución de los objetivos. Si la nueva construcción ha obtenido la calificación A+, quiere decir que toda la finca y los edificios colindantes han incrementado también sus prestaciones energéticas, al mejorar la capacidad aislante de medianeras, patios y cubierta.