El Hospital Universitario Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes ha obtenido por segunda vez el certificado BREEAM, alcanzando la más alta cualificación, gracias a la implantación de medidas que han reducido su huella ambiental a la mitad y también han disminuido un 21% el consumo de agua, entre otros aspectos.
Este centro de la zona norte de Madrid, donde toda la electricidad consumida es de origen renovable, ha incrementado sus puntuaciones anteriores en lo que a sostenibilidad se refiere, pasando de bueno a muy bueno. Mientras tanto, en el apartado 2, que hace referencia a la gestión del mismo, ha escalado de muy bueno a excelente.
Ambas valoraciones le han permitido obtener la más alta calificación a nivel mundial, convirtiéndose en el único hospital de España que cuenta con esta acreditación, uno de los sellos más prestigiosos en lo referente a sostenibilidad arquitectónica para edificios en uso.
El edificio cuenta con sistemas para mejorar la eficiencia energética como son los mecanismos de monitorización que analizan la demanda energética del centro hospitalario en tiempo real, detectando así variaciones en el consumo de electricidad y gas natural. Gracias a este sistema, unido a la sustitución de la iluminación por leds, el uso de equipos eficientes y la adaptación de la climatización en función de sensores exteriores e interiores de temperatura, se ha reducido más de un 48% el consumo de gas natural y un 15% el de electricidad.
El hospital realiza actuaciones de control y seguimiento de las emisiones de CO2 del consumo de electricidad, gas natural, agua, producción de residuos sólidos urbanos, producción de residuos peligrosos, consumo de papel y lavandería de lencerías hospitalarias. Así, desde 2009 y hasta 2015, se han conseguido resultados muy positivos con la reducción de un 16% en el consumo de electricidad, un 47% en el consumo de gas natural y un 21% en el consumo de agua. Además, se ha conseguido una reducción del 47% en emisiones de CO2 por los consumos de electricidad, gas, agua, papel, residuos y lavandería.
Durante los últimos tres años, se han aumentado las medidas para incentivar el uso responsable de agua y se han incorporado procedimientos y equipos para mejorar su eficiencia instalando entre otras medidas nuevos contadores para tener un mayor conocimiento de su utilización.
Por otra parte, el consumo energético del hospital se monitoriza online las 24 horas del día permitiendo así comunicar las desviaciones que se produzcan y pudiendo corregirlas al instante.
Además, el Hospital Infanta Sofía cuenta con iluminación natural en todas las estancias con ocupación regular, y dispone mecanismos para evitar deslumbramientos en todas las orientaciones de la fachada, según afirma Acciona, que construyó el edificio.
En lo referente a materiales y residuos, se realiza una separación exhaustiva de papel, lámparas, madera, residuos inertes, vidrio, envases, tóner, pilas y existen compactadoras y recogida de residuos selectiva en varios puntos distribuidos en cada planta del hospital.
Estas medidas son coordinadas por una ‘Comisión de Sostenibilidad’ encargada de la gestión social y medio ambiental del hospital. Así, todas ellas forman parte de un método de trabajo implantado y consolidado en el que la colaboración de los trabajadores del centro sanitario es fundamental para conseguir resultados óptimos que se traducen en una menor carga medioambiental del hospital hacia su entorno.