La Dirección General de Arquitectura y Política de Vivienda del Ministerio de Fomento ha renovado y ampliado el reconocimiento de la Marca N de AENOR en el Registro General de Distintivos de Calidad del Código Técnico de la Edificación (CTE).
Esta renovación permite consolidar a los certificados de AENOR como una herramienta demostrativa del cumplimiento de las exigencias básicas del Código que indica que los productos que llevan la Marca N cumplen con los requisitos de calidad y seguridad recogidos en las normas técnicas, teniendo la certeza de que el producto es apto para la función para la que ha sido diseñado.
En esta ocasión, el reconocimiento se ha ampliado a tres nuevas familias de productos de la construcción (tubos de cobre y materiales de aportación, impermeabilizantes bituminosos y materiales cerámicos), con lo que en conjunto ya son 16 las familias incluidas bajo el alcance de este distintivo:
- Sistemas de tuberías plásticas para distintas aplicaciones de edificación y obra civil.
- Grifería sanitaria y valvulería.
- Tubos de cobre y materiales de aportación.
- Transformados industriales de la madera y corcho: madera maciza, carpintería de huecos y recubrimientos y productos protectores de madera y corcho.
- Productos para la seguridad contra incendios.
- Aparatos sanitarios.
- Aislantes térmicos.
- Impermeabilizantes bituminosos.
- Dispositivos de cubrimiento y de cierre para zonas de circulación utilizadas por peatones y vehículos.
- Materiales cerámicos.
- Perfiles, barras y chapas de acero laminado en caliente para aplicaciones estructurales.
- Ventanas, fachadas ligeras, puertas, personas y sus componentes.
- Productos de seguridad física y elementos de cierre.
- Radiadores y convectores de calor.
- Unidades de vidrio aislante.
- Energía solar térmica.
Este reconocimiento supone que sea posible realizar el control de recepción de los productos suministrados en obra mediante distintivos de calidad. De esta forma, la dirección facultativa de obra se asegura de que el producto cumple los requisitos reglamentarios y cuenta con la certeza de que el producto ha sido verificado previamente.
Asimismo, pemrite la reducción de los tiempos de ejecución de las obras al no ser necesario realizar los controles de recepción preceptivos.