La Diputación de Málaga, como nueva coordinadora del Pacto para el Clima y la Energía, está trabajando en un plan de lucha contra el cambio climático en la provincia que requiere la implicación de todas las administraciones y la participación activa de la ciudadanía.
Las principales acciones se dirigirán a la repoblación forestal (la primera medida será la plantación de un millón de árboles a partir de octubre), la reducción del consumo de electricidad, la mejora de la movilidad y una adecuada gestión del agua y de los residuos.
El plan incluirá un conjunto de actuaciones sobre tres pilares básicos: la reducción de las emisiones de CO2 y la lucha contra la erosión; el aumento del uso de energías renovables y la mejora de la eficiencia energética.
En relación al primero de ellos, la lucha contra la erosión y la diminución de CO2, el objetivo general de la UE hasta 2020 es la reducción de un 20% de las emisiones respecto a 1990, y el objetivo que pretende lograrse en la provincia, siguiendo la Estrategia Energética Andaluza, es lograr una bajada del 30%.
Un segundo gran apartado es el de la eficiencia de los recursos, apostando por las energías renovables. El compromiso de la UE es alcanzar un 20% hasta 2025, y el reto es llegar en la provincia hasta un 25%.
Y el tercer pilar es la eficiencia energética, o lo que es lo mismo, conseguir un ahorro y un consumo más responsable en materia de agua y de residuos. La UE plantea un ahorro del 20% hasta 2020, y el objetivo provincial es alcanzar el 25%.