Los ministros de Medio Ambiente de los 28 países miembros de la Unión Europea han dado luz verde a la ratificación rápida y colectiva del acuerdo climático de la ONU alcanzado en París el año pasado, con el fin de limitar a dos grados centrígrados el creciemiento de la temperatura media del planeta.
Lo que creían imposible es ahora una realidad
, ha destacado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Por su parte, el comisario europeo de Energía, Miguel Arias Cañete afirma que esta reacción se debe a reaccionar rápido para no quedarse atrás
. En la Unión Europa que representa el 12% de las emisiones, es necesario que los acuerdos climáticos que se ratifiquen en nombre de todo el bloque y país por país, un proceso éste último que, por el momento, solo han completado Francia, Eslovaquia, Austria y Hungría, mientras otros países, como Luxemburgo y Alemania, están a las puertas de hacerlo.
El martes 4 de octubre, el Parlamento europeo debe dar su consentimiento a la decisión de los veintiocho, y después de que el Consejo de Europa adopte formalmente su posición el día 5, la Unión Europea podrá depositar los instrumentos de ratificación ante Naciones Unidas.
Sin embargo, el acuerdo no entrará en vigor hasta que haya sido ratificado por al menos 55 países que representen al menos el 55% de las emisiones globales de dióxido de carbono. A fin de conseguir este objetivo, la UE, que representa aproximadamente el 12% de las emisiones globales, espera que junto con el resto de países, a los que se suma India, sean capaces de depositar sus instrumentos de ratificación antes del 7 de octubre, de tal forma que el tratado climático pueda entrar en vigor en el primer día de la Cumbre del Clima de Marrakech (COP22), que tendrá lugar de 7 al 18 de noviembre.
Compromisos del Acuerdo
Con ello, los países se comprometen a mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de los 2ºC respecto a los niveles preindustriales y trabajar hacia escenarios compatibles que no rebasen los 1,5 grados, de manera que se eviten impactos catastróficos en el cambio climático.
Además, se reunirán cada cinco años a fin de evaluar y fijar unos compromisos más ambiciosos al mismo tiempo que se fortalecerá la capacidad de las sociedades para hacer frente a los impactos del cambio climático, proporcionando apoyo internacional a los países en desarrollo. De hecho, los países desarrollados tienen la intención de continuar con su objetivo colectivo para movilizar los 100 mil millones de dólares por año en 2020 y extender esto hasta 2025.
El acuerdo reconoce también el papel de las ciudades, la sociedad civil o el sector privado e invita a intensificar sus esfuerzos y apoyar las acciones para reducir las emisiones, aumentar la resilencia y reducir la vulnerabilidad a los efectos adversos del cambio climático.