Arquitectura Biosaludable en la Rehabilitación de un Mercado en Madrid

Reutilización de materiales, eficiencia energética, construcción sostenible o captación solar son algunos de los conceptos básicos de la rehabilitación de El Huerto de Lucas, un mercado orgánico ubicado en pleno barrio de Chueca que ha sido renovado mediante criterios de arquitectura biosaludable.

Este espacio de 450 metros cuadrados destaca no sólo porque los productos que se venden en su interior son 100% orgánicos con el objetivo de cuidar la salud, sino porque el espacio en que se vende y se degusta se ha construido siendo respetuoso con el medio ambiente. De hecho uno de sus objetivos ha sido crear un espacio con materiales con bajo impacto ambiental.

Este local que antes era una panificadora, ha sido sometido a una rehabilitación en la que se han aplicado criterios de arquitectura biosaludable desde su diseño, prestando especial atención al uso de materiales libres de tóxicos durante su construcción, minimizando el consumo de recursos y manteniendo el carácter del lugar.

El estudio arquitectónico encargado del proyecto, More&Co, apostó por el aislamiento térmico y acústico para mejorar la eficiencia energética del edificio. Para aislar los techos han optado por paneles de fibra de madera Heraklith de Knauf Insulation, ya que son buenos aislantes térmicos y acústicos y están exentos de cloruros.

Además se han minimizado las pérdidas energéticas del edificio mediante los sistemas de ventilación y orientación del lucernario y de los paneles solares. Para la definición de los sistemas de climatización del mercado y el mayor aprovechamiento de los recursos naturales disponibles, la empresa d-fine, realizó una simulación energética del local, teniendo en cuenta los usos y ocupación de cada uno de los espacios, así como orientación y características de los cerramientos. Con los resultados obtenidos se definieron los sistemas energéticos más eficientes, optando también por aprovechar el calor emitido por las máquinas refrigeradoras, de manera que se optimiza la energía y se amortiguan los flujos de calor.

En el desarrollo de la rehabilitación se ha dado preferencia a materiales locales y naturales como el mármol macael de Almería, que requieren poca energía en su transporte, transformación y fabricación y con altos parámetros de resistencia y biodegradabilidad. Para el análisis de los materiales se realizó una ficha informativa de cada uno de ellos con una evaluación respecto a tres aspectos: 

Además de elegir en función de estos parámetros, se recurrió a la reutilización de materiales y optimización de recursos, como el suelo de terrazo que ya se encontraba en el edificio original, y al uso de materiales locales y naturales que requieren poca energía en su transporte, transformación y fabricación y con altos parámetros de resistencia y biodegrabilidad.

Bajo esta premisa, el patio interior está formado por un lucernario de vidrio transparente sobre estructrura metálica, paneles aislantes de caña, instalación de plantas colgadas con sistema de poleas y suelo de terrazo.

La iluminación es LED y regulable para sólo producir la cantidad necesaria, completando la luz natural y reduciendo el consumo energético; mientras que los azulejos están pegados con una cola de base mineral que no emite COVs. Los compuestos orgánicos volátiles son liberados por disolventes, pinturas y otros productos presentes en el interior de los edificios que pueden ser contaminantes del aire.

Cada toldo situado en los puestos tiene una geometría diferente, lo que ayuda a romper la revertebración del sonido, a lo que hay que sumar los paneles de viruta de madera reciclada que ayudan a la absorción acústica y al aislamiento.

Los espejos ayudan a reflejar la luz y reducir la demanda de energía, además de mejorar la del producto. El mobiliario está realizado en maderas FSC sin uso de productos químicos, es decir, maderas viejas que no emiten terpenos, tratadas con barnices ecológicos; mientras que las meses se han fabricado con palés reciclados. Además, el agua caliente de Huerto de Lucas procede de paneles solares térmicos y la cubierta de uralita y amianto ha sido sustituida por paneles estructurales metálicos sin emisiones tóxicas.

En este proyecto también se ha valorado el impacto en el medio ambiente que genera el local, el cual es mínimo mediante el aprovechamiento del ciclo de las materias primas naturales: la recogida de agua de la lluvia se destina al riego de las plantas y a los inodoros, y los restos orgánicos se utilizan para compostaje.

*Fotografías de Javier Ortega y Marta Muñoz Calero.

 
 
Patrocinio Oro
Patrocinio Plata
Patrocinio Bronce
Salir de la versión móvil