Can Tanca, una vivienda del Grupo Terravita en Sant Joan de Labritja, ha obtenido una de las máximas categorías en los certificados internacionales de eficiencia energética y sostenibilidad al convertirse en edificio Passivhaus Premium y Breeam Excepcional.
La casa, de estilo ibicenco y en la que también ha participado Energiehaus Edificios Pasivos, está desconectada de la red eléctrica y de agua, ya que cuenta con una instalación solar fotovoltaica sobre la cubierta que le permite autoabastecerse de electricidad mediante este tipo de energía. Además, a fin de garantizar el suministro de electricidad ininterrumpido, dispone de un sistema de acumulación capaz de abastecer a la vivienda incluso en los días poco soleados.
Ideada desde el primer momento como un proyecto pionero en sostenibilidad, ha perseguido el objetivo de aunar el máximo ahorro energético y el menor impacto medioambiental, con un elevado nivel de confort interior; por lo que está dotada de tecnología inteligente para automatizar y regular el gasto energético según las necesidades del momento.
Por lo que respecta al agua, Can Tanca es capaz de autoabastecerse mediante un sistema de recogida y tratamiento de aguas pluviales.
Mínimo consumo de energía
La casa unifamiliar, de 210 m2 de superficie, consta de tres volúmenes diferenciados y una pérgola exterior con un punto de carga para coche eléctrico. Se distribuye en sala de estar, comedor y cocina en un solo espacio, tres dormitorios, dos baños, un estudio, distribuidor y sala técnica.
El mínimo de consumo de energía que precisa para tener una temperatura confort tanto en invierno como en verano es consecuencia de la combinación de diversas técnicas y sistemas constructivos. Este confort se consigue gracias al aislamiento de fibra de madera de la estructura, la cubierta y la fachada, la reducción de puentes térmicos, colocación de ventanas de doble y triple acristalamiento y al hecho de conseguir un alto nivel de hermeticidad en la envolvente que no permita el paso del aire.
En verano, las persianas exteriores y la vegetación la protegerán del calor. La ventilación natural nocturna permitirá mantener la casa fresca. Para la climatización, cuando sea necesaria, se ha instalado un sistema de ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperación de calor entálpica, una batería de frío y 14 m2 de techo refrescante. Se alimentarán por medio de la aerotermia, energía renovable que además calentará el agua de la casa.
La ventilación mecánica controlada es un elemento clave para lograr un consumo de energía tan bajo. El sistema por el cual una máquina extrae el aire viciado de la casa e introduce aire limpio, permitiendo recuperar el 90% de la energía del aire expulsado. Esto hace posible, por ejemplo, que si en invierno la temperatura de la calle es de 0º y la interior de 20º, el aire renovado que entra en la vivienda lo haga a 18º, por lo que el gasto de energía para alcanzar una temperatura confort es muy bajo
, explica Álvaro Martínez, arquitecto técnico de Terravita.
Además, esta tecnología, procura un espacio saludable para sus habitantes, pues el aire que accede a la vivienda pasa por una serie de filtros que impiden el paso de partículas contaminantes, evitando la generación de polvo.
Gracias a estas medidas, la vivienda ha obtenido el certificado Passivhaus Premium, el cual acredita el escaso aporte de energía que necesita un edificio para tener una temperatura confortable durante todo el año, así como su capacidad para generar energía renovable, en mayor cantidad de la que consume. Se estima que la casa de Can Tanca reduce en un 80% las necesidades de climatización respecto a otra de características similares, con el añadido de que esa baja demanda se cubre con la energía solar instalada. De este modo, la vivienda de Terravita se anticipa a la normativa que hará obligatoria este tipo de construcción en los próximos años para combatir el cambio climático.
Por su parte, el certificado BREEAM, también obtenido por la vivienda en su categoría de Excepcional, acredita que se trata de un edificio sostenible, no solo en la fase de construcción sino a lo largo de toda su vida útil. Este estándar evalúa los impactos en 10 áreas (gestión, salud y bienestar, energía, transporte, agua, materiales, residuos, uso ecológico del suelo, contaminación e innovación). La categoría Excepcional es la más alta que concede el sello de origen británico en función de los resultados obtenidos.