El Palacio de Deportes Bilbao Arena, ubicado en Miribilla (Bilbao), ha sido reconocido como un hito en el diseño sostenible de instalaciones deportivas al combinar sistemas como la cogeneración, la reutilización del agua de lluvia, las cubiertas ecológicas o un innovador cerramiento reciclable, de bajo impacto visual e integrador de formas orgánicas. El proyecto del mismo ha sido desarrollado por la empresa ACXT (IDOM) y ha contado con un presupuesto de 42 Millones de euros.
El complejo, que tras su construcción pasa a ser de titularidad municipal, tiene 30.800 m2 construidos ofertando un polideportivo, con piscina y gimnasios, y tiene una cancha en la que se pueden disputar hasta tres eventos distintos a la vez. Sus instalaciones disponen de vestuarios tanto para competiciones de élite como para espectáculos de gran dimensión. También está dotado de zona médica, de control antidoping, almacenes, etc. La superficie construida en esta zona alcanza los 25.985 metros cuadrados.
El polideportivo consta de una pista central con capacidad para 8.500 espectadores, de una piscina de 25 metros y seis calles, una piscina infantil, vestuarios individuales o para grupos, personas con discapacidad, técnicos, etc. Otros espacios incluyen gimnasio multifuncional de 500 m2 divisible hasta en otros tres locales, para administración, monitores, etc. La superficie total llega a los 4.823 metros cuadrados. Además, cuenta con un aparcamiento para más de 200 vehículos. Además, este se encuentra integrado en el entorno natural lo que ha dado lugar a una peculiar fachada multicolor, un cerramiento que ha recibido el nombre de “Sistema Aligator Scale”.
Este se compone de tres fases de diseño. En primer lugar, nos encontramos con el concepto inicial, árboles de hoja caduca sobre una roca. Buscando la integración con elementos naturales presentes en el entorno, se conciben los volúmenes como una masa arbórea (Palacio de Deportes) sobre una pétrea (Polideportivo). En segundo lugar, se genera la imagen de masa arbórea. Se selecciona la imagen fotográfica, se hace una pixelización, se selecciona el mapa de colores y se aplica el color en cada chapa (hoja). Y, por último, el diseño de los elementos básicos: las hojas. Elementos metálicos romboidales que permiten la total permeabilidad del aire, necesaria por su función de ocultamiento del cinturón de instalaciones de calefacción y ventilación del Palacio de deportes.
Como resultado final, nos encontramos una fachada que proporciona protección solar, ventilación e iluminación natural, de fácil mantenimiento y con una función adicional: ocultar todos los equipos y conductos.
Un revestimiento, ejecutable en chapa de acero de 0,7 mm de espesor, cuyo montaje se realiza situando las placas romboidales de forma contigua y elevando ligeramente su parte inferior de modo que la fachada adquiere el aspecto de una piel con escamas. El cerramiento abraza a un recinto de notables dimensiones, ya que han sido necesarios 10.000 m2 de chapa lisa de alumino reciclable. Y en su interior, el aforo dispone de 3.500 asientos a gradas fijas y 5.000 a gradas retráctiles.
El rendimiento eléctrico que se produce es superior al 70% ya que el agua caliente que se genera durante la producción eléctrica es reutilizada para la calefacción del edificio.
Una de las novedades tecnológicas del complejo es la utilización de un sistema de cogeneración que permite calentar el agua de las piscinas sin recurrir a las calderas convencionales y que reduce las pérdidas en el transporte de energía debido a la producción in-situ o descentralizada.
Además del ahorro de combustible, de consumo eléctrico y de emisión de gases invernaderos a la atmósfera, el sistema es capaz de proporcionar electricidad extra, gracias a la tecnología de microgeneración CHP (Combined Heat and Power) que permite obtener rendimientos anuales de 8.400 kWh que se vierten a la red eléctrica.
El rendimiento global del sistema de cogeneración es superior al de una central eléctrica moderna, estimándose el ahorro en energía primaria cercano al 32% y la reducción en emisiones próximo a las 130 toneladas de CO2 al año, respecto a los sistemas convencionales de producción equivalente.
La captación de luz a través de lucernarios, los sistemas de ventilación natural y la reutilización del agua de lluvia (abundante en Bilbao) para la limpieza del entorno urbano son otras de las estrategias de ahorro que han conducido a algunas publicaciones a señalar este complejo como “icono de la arquitectura bioclimática”.
Energía consumida en el Bilbao Arena
El grado de sostenibilidad de la instalación deportiva de Bilbao Arena se ve reflejado en sus datos de consumo energético y de emisiones de CO2.
La superficie tratada donde se ha medido la energía consumida es de 19.600 m2. Para esta superficie tenemos un consumo anual de energía y emisiones de CO2 para el calentamiento del agua es de 1.579.697 kWh/m2 y de 15,96 kgCO2/m2 respectivamente. En lo que se refiere al consumo anual de energía y emisiones CO2 para uso eléctrico (excluyendo aportaciones de renovables in situ), su gasto es de 867.045 kWh/ m2 con unas emisiones de 28,15 kgCO2/m2. Por ello, el total de emisiones anuales de CO2/m² en la superficie tratada es de 44,11 kgCO2/m².
Además, el sistema de cogeneración genera 170 kW de energía térmica y 90 kW de energía eléctrica, según la directiva 2010/31/UE. Y el edificio cuenta con 2.000 m2 de cubierta ajardinada, y 15 claraboyas, que aportan cerca de 150 m2 de luz natural.