El Ayuntamiento de Santander ha comenzado la recogida de ideas entre agentes turísticos, gestores de residuos y turistas para definir estrategias que ayuden a reducir el volumen de residuos generados a través de la actividad turística, mejorar su gestión y potenciar la reutilización y el reciclaje en este sector.
Estos trabajos se enmarcan en el proyecto europeo Urban-Waste, una iniciativa en la que participan 27 socios con el objetivo común de tratar de dar respuestas a los desafíos que plantea la gestión de los residuos en entornos turísticos, dada la estacionalidad de esta actividad y las especificidades de esta industria y de los turistas como productores de residuos.
El proyecto apuesta por la implicación del sector, la implantación de buenas prácticas y el uso de tecnologías innovadoras como instrumentos para responder a estos retos y toma para ello como referencia once ciudades piloto, entre ellas, Santander.
Proceso del proyecto Urban-Waste
En Santander se harán tres convocatorias diferentes a lo largo de este mes de febrero. La primera fue con agentes del ámbito de gestión de residuos; la segunda, celebrada esta semana con la asistencia de la concejala de Cultura y Turismo, Miriam Díaz, ha sido con profesionales del sector turístico; y la tercera será con turistas.
A través de estas reuniones se pretende conocer la opinión de estos agentes sobre la gestión de los residuos generados por la actividad turística; comprobar hasta qué punto conocen o están implicados en iniciativas dirigidas a su reducción y reutilización; y recoger ideas o sugerencias para implicar más al cliente y al sector en esta tarea, y para mejorar la gestión desde el ámbito municipal.
Este mismo proceso se está repitiendo en las diez ciudades que, junto a Santander, participan en el proyecto, y una vez reunida toda la información se analizará y se extraerán conclusiones tendentes a mejorar la gestión de los residuos y a incentivar el reciclaje por parte de los turistas, por ejemplo, recompensando al viajero con promociones por sus buenas prácticas.
Esas estrategias se pondrán en práctica en las once ciudades piloto (Santander, Copenhague, Kavala, Nicosia, Siracusa, Dubrovnik, Florencia, Niza, Lisboa, Tenerife y Ponta Delgada) y los resultados se difundirán después para su transferencia y adaptación a otras ciudades.