LafargeHolcim está llevando a cabo una gestión responsable del agua desde abril de 2016, fecha en la que el grupo lanzó el Plan 2030, una guía práctica de los objetivos a alcanzar en 2030, así como los mecanismos a través de los cuales lograrlos.
Entre los objetivos propuestos en este proyecto, cabe destacar las iniciativas de conservación y mejora de los ecosistemas acuáticos, de forma que se reduzca el consumo excesivo y la huella hídrica. Para ello, todas las fábricas disponen de circuitos cerrados de reutilización y reciclaje de aguas industriales.
También pretenden reducir el consumo de agua utilizada para la fabricación del cemento en un 30%. Para esto, la principal fuente de aprovechamiento que se utiliza son las aguas subterráneas, y en menor medida, las residuales. Además, se consume agua procedente de redes municipales de abastecimiento para el uso de los trabajadores en oficinas y vestuarios.
Plan a nivel local
La guía no sólo contempla objetivos globales, sino que también ha desarrollado un exhaustivo plan a nivel local. Como sucede en la cantera que abastece a la fábrica situada en Sagunto, Valencia. Esta cantera está situada en una zona con poco agua. Para paliar esta situación, la empresa colocó una estación depuradora para el tratamiento de las aguas residuales generadas.
El beneficio que se obtiene a través de este método es doble, ya que, gracias a la estación depuradora se pueden llegar a reutilizar hasta 324 m3 de agua al año y esto no sólo permite reducir el consumo de agua de pozo en un 6%, sino que además, ayuda a minimizar la generación de polvo por el trasiego de los vehículos pesados necesarios en los trabajos de cantera.