La Junta de Andalucía abrirá el próximo 15 de mayo el plazo para que los ciudadanos, las pequeñas empresas y las entidades locales soliciten las nuevas ayudas a la mejora energética de edificios e infraestructuras. Esta convocatoria, dotada con 163,7 millones de euros para los próximos cuatro años, financiará entre el 20% y el 85% del coste de proyectos de construcción sostenible y renovación de instalaciones de aislamiento térmico, iluminación y climatización, entre otros.
Las ayudas a la construcción sostenible respaldan inversiones de ahorro, eficiencia, aprovechamiento de fuentes renovables, reforma y adaptación de infraestructuras urbanas de uso público y privado, incluido el residencial, con un total de 38 categorías de proyectos incentivables. Entre ellos destacan los relativos a aislamiento de cerramientos, cubiertas, suelos y ventanas; protección solar; soluciones bioclimáticas; autoconsumo mediante energías renovables, y climatización e iluminación. También se respaldarán iniciativas de mejora energética y seguimiento del consumo mediante nuevas tecnologías.
Con la dotación consignada de 163,7 millones de euros, la Junta prevé incentivar más de 50.800 obras de este tipo en los próximos cuatro años, que supondrán un ahorro en la factura energética de 1.400 millones.
Especial atención a los afectados por la pobreza energética
Respecto a los importes, la línea respalda inversiones a partir de los 500 euros, con un mayor porcentaje de cobertura para las que conllevan soluciones más complejas e integrales. Así, una renovación de ventanas en un edificio antiguo se apoya con un 30%, pero si se acompaña de un aislamiento el incentivo sube al 45%.
En los proyectos relacionados con la energía solar concentrada y fotovoltaica, la geotérmica, la bioenergía o el autoconsumo con renovables, la financiación puede llegar al 85% de los costes totales. Por su parte, para las iniciativas que se realicen en municipios de menos de 20.000 habitantes los porcentajes oscilan entre el 60% y el 85%, llegando al 90% si la inversión la realiza un tercero a través de un contrato de servicios energéticos.
Igualmente se prioriza la incorporación de elementos que permiten un uso más eficiente de los recursos naturales, como los de bajo coste de funcionamiento, los que mejoran las condiciones térmicas de las edificaciones y los materiales y sistemas constructivos que proceden del aprovechamiento de la biomasa o el reciclaje. Desde el punto de vista social, se presta especial atención a los colectivos en riesgo de exclusión y a los más afectados por la pobreza energética, fijando mayores coberturas para intervenciones en viviendas protegidas.
En esta línea también se recogen los incentivos para proyectos de ahorro, eficiencia y fomento del uso de renovables promovidos por las administraciones, incluidas las distintas consejerías y entidades de la Junta en sus edificios.