El Corte Inglés ha reforzado su política medioambiental con medidas para racionalizar los consumos (materiales, agua, energía), disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la gestión de residuos. En el último año, la compañía ha reducido el consumo eléctrico y ha evitado la emisión de más de 14.000 Tm de CO2 equivalente.
Por todo ello, la compañía trabaja para reducir el impacto de los materiales que utiliza, prestando especial atención a la reutilización y minimización de los embalajes. Por este motivo, se ha reforzado el plan de sustitución de bolsas de un solo uso, ofreciendo al cliente otras alternativas según la norma UNE 53942, o hechas de otros materiales, como las bolsas de papel.
La compañía ha realizado acciones de sustitución de determinados envases por otros de menor impacto ambiental y se ha potenciado la introducción de materiales retornables.
También ha avanzado en medidas que hacen que los materiales utilizados sean más sostenibles y respetuosos con el entorno. La certificación FSC, que garantiza la procedencia de bosques sostenibles para papel y cartón ha aumentado y en la actualidad la compañía edita 760.500 ejemplares de catálogos impresos en papel certificado, como los de Navidad, campañas de primavera o verano, pero también guías de hostelería, tiques de aparcamiento, sobres de facturación, folletos etc…
Proyecto retrofit
En cuanto al plan de eficiencia energética, la empresa avanza en las tecnologías de iluminación, frío comercial, climatización y sistemas de control de los centros comerciales buscando alternativas más eficientes. Tras la incorporación de puertas y tapas a los muebles de congelados y refrigerados que permiten ahorrar hasta un 50% de consumo energético, la compañía ha puesto en marcha un proyecto denominado “retrofit”. Esta iniciativa está suponiendo la modernización tecnológica de los muebles existentes, adaptando su rendimiento y mejorando la eficiencia energética.
En cuanto al Plan de Gestión Sostenible del Agua, se está trabajando en mejorar la calidad de los vertidos. Los centros comerciales han incorporado nuevas técnicas de tratamiento de aguas residuales, que consisten en sistemas ecológicos de fermentación microbiana. Además, ha hecho ajustes del régimen de funcionamiento de las torres de refrigeración, sustituyendo el anterior por un sistema de consumo estacional adaptado a cada centro comercial. También se han instalado grifos más eficientes dotados de temporizador y con caudal ajustable.
También cuida la gestión de residuos para minimizar el impacto sobre el medioambiente. Una vez segregados, se reciclan, obteniendo así nuevos materiales aptos para los procesos de fabricación.