Fundación Gas Natural Fenosa ha publicado el estudio “Re-habilitación exprés para hogares vulnerables. Soluciones a bajo coste”, cuyo objetivo es proporcionar soluciones de aplicación rápida y sencilla que, con un presupuesto pequeño, mejoren las condiciones de las viviendas de familias en situación de pobreza o vulnerabilidad energética.
Se trata de una forma de abordar la pobreza energética que difiere de la habitual rehabilitación energética e integral de los edificios residenciales. El análisis parte de las características específicas de las viviendas, proponiendo soluciones de forma individual y que no comprometen futuras actuaciones integrales.
El estudio está disponible en la sección “Publicaciones” de la web de la Fundación.
Pobreza energética en España
El estudio se inicia con una caracterización de la pobreza energética en España que permite situar grupos de población en función de la pobreza monetaria y/o energética. A continuación, se realiza un análisis previo de las características de las construcciones, composición de los hogares y uso energético en cuatro ciudades seleccionadas por su representatividad climática y poblacional (Barcelona, A Coruña, Sevilla y Madrid), ya que las soluciones serán distintas para cada lugar.
La parte central del estudio recoge un catálogo de 77 fichas de soluciones de bajo coste disponibles actualmente en el mercado y que se consideran de mayor viabilidad en estos casos. Cada ficha recoge los datos técnicos de mayor relevancia para la evaluación de su conveniencia y de puesta en obra, así como recomendaciones para su aplicación y las casas comerciales que distribuyen los productos junto con el coste estimado.
Mejora del comportamiento térmico de las viviendas
Posteriormente, se analiza el impacto de un conjunto de estas medidas, mediante simulación energética en un bloque lineal exento, que es una tipología representativa del parque de viviendas donde se aloja una parte importante de la población vulnerable, y se calcula el coste de implantarlas.
Finalmente, se analiza este impacto desde dos perspectivas: por un lado, los cambios en la relación entre gasto en energía y la renta anual, y, por otro, la modificación del número de horas en bienestar a lo largo del año que supone la implantación.