Un nuevo informe del Grupo Banco Mundial concluye que para el año 2050 los impactos cada vez mayores del cambio climático en tres regiones densamente pobladas del mundo podrían obligar el desplazamiento de más de 140 millones de personas dentro de sus respectivos países, lo que provocaría una inminente crisis humanitaria y supondría una amenaza para el proceso de desarrollo.
Sin embargo, mediante una acción concertada (que incluya iniciativas de alcance mundial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y una sólida planificación del desarrollo a nivel de los países) este escenario pesimista de más de 140 millones de personas podría reducirse notablemente, hasta en un 80%, lo que equivale a más 100 millones de personas.
El informe, titulado Groundswell: Prepararse para las migraciones internas provocadas por impactos climáticos, constituye el primer y más exhaustivo estudio de su tipo en centrarse en el nexo existente entre los impactos climáticos de evolución lenta, los patrones de migración interna y el desarrollo en tres regiones en desarrollo del mundo: África al sur del Sahara, Asia meridional y América Latina.
Necesidad de medidas urgentes de acción climática
En él se concluye que para 2050, a menos que se adopten medidas urgentes de acción climática y en materia de desarrollo tanto a nivel internacional como nacional, estas tres regiones, tomadas en conjunto, podrían tener que lidiar con decenas de millones de migrantes internos por motivos climáticos.
Se trata de personas que se ven obligadas a abandonar áreas cada vez más inviables de sus países debido a problemas crecientes como la escasez de agua, las malas cosechas, el aumento del nivel del mar y las mareas de tormenta.
En el informe se advierte que estos «migrantes por motivos climáticos» se sumarían a los millones de personas que se desplazan actualmente dentro de sus países por motivos económicos, sociales, políticos o de otra índole.