Un rascacielos de 16 plantas, una altura de 60 metros, más de 4.300 metros cuadrados reservados al cultivo hidropónico vertical y la producción de hasta 500 toneladas de alimentos orgánicos anuales. Éstas son las principales cifras del World Food Building (el edificio de alimentos del mundo), un proyecto del estudio de arquitectura sueco Plantagon, que se ubicará en la ciudad sueca de Linköping, a dos horas al sur de Estocolmo.
La compañía Plantagon tiene previsto construir este ultramoderno rascacielos que cuenta con una importante peculiaridad: un invernadero vertical eficiente incorporado a la fachada sur, que permite cultivar productos frescos y así poder surtir de alimentos a la población urbana. En concreto, permitiría producir alimentos suficientes para abastecer a más de 5.000 personas al año.
El proyecto de World Food Building fue galardonado con el prestigioso premio mundial The International Architecture Awards 2016, por el Chicago Athenaeum Museum of Architecture and Design y el European Centre for Architecture Art Design and Urban Studies. Se trata de un proyecto constructivo pionero, que pretende servir como modelo a nivel mundial y que previsiblemente estaría finalizado en el año 2020.
El objetivo principal del World Food Building es que se convierta en un hito constructivo que siente las bases para un nuevo modelo de edificio de doble uso: como oficinas o viviendas, y como áreas de cultivo vertical, con la producción de alimentos en un ambiente cerrado, limpio y clima controlados.
Tecnología eficiente
En cooperación con varios socios, y bajo la fórmula del micromecenazgo, Plantagon planea en este espacio desarrollar soluciones integradas para energía, calor, residuos, CO2 y agua.
La empresa desarrolla soluciones para la producción de alimentos a gran escala en ciudades, alimentos cultivados localmente y directamente a los consumidores, sin pesticidas, emisiones de dióxido de carbono y consumo de agua significativamente menores en comparación con la agricultura convencional.
La tecnología proyectada en este singular edificio reduce el gasto de agua y el nivel de emisiones de los cultivos. Desde Plantagon contemplan que este invernadero ahorrará hasta 1.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono y 50 millones de litros de agua respecto a la agricultura tradicional.
Se cultivarán las plantas mediante hidroponía, un método con el que los vegetales crecen sin tierra con sus raíces sumergidas en agua rica en nutrientes.
Climatización
También se reutilizará parte de la energía necesaria para el cultivo, que podrá aprovecharse para la climatización.
Al menos el 50 por ciento de la energía utilizada en la producción se recupera como calefacción por suelo radiante en la parte de la oficina del edificio a través de sistemas avanzados de energía y almacenamiento de energía.
Las emisiones de dióxido de carbono en el área de la oficina se utilizarán en la producción de vegetales, mientras que el oxígeno de la producción se transferirá a la parte de la oficina para una mejor oxigenación.
Soluciones sostenibles
Plantagon subraya que este proyecto marca el punto de partida para crear soluciones funcionales sostenibles para las ciudades en crecimiento, en el presente y en el futuro, donde poder cultivar alimentos en las urbes de una manera inteligente en cuanto a recursos, haciendo uso de las condiciones especiales de la ciudad.
“Con este proyecto estamos desarrollando los sistemas técnicos requeridos para la agricultura vertical en áreas urbanas, junto con varias empresas socias suecas reconocidas. Queremos reunir experiencia en este campo, y nuestro objetivo a largo plazo es crear un Centro Internacional de Excelencia para la Agricultura Urbana en Linköping”, destacan desde Plantagon.
Agritectura
El objetivo de Plantagon es crear nuevos edificios y también agregar valor a los bienes inmuebles existentes mediante la integración de sus soluciones que combinan la producción de alimentos con la arquitectura.
Plantagon llama a este proceso Agritectura: “una forma única de combinar la agricultura urbana, las soluciones técnicas innovadoras y la arquitectura para satisfacer la demanda de producción eficiente de alimentos dentro de las ciudades”.
Según el Foro Mundial de la Alimentación de la Unión Europea, se espera que el 80% de la población viva en ciudades en el año 2050, mientras que la ONU estima que la población mundial llegará a 10 mil millones de personas.
Desde Plantagon indican que estos cálculos muestran que si seguimos consumiendo como lo hacemos hoy en día, y con las mismas prácticas agrícolas, pronto la tierra cultivable existente no será suficiente para producir alimentos para el conjunto de la población mundial. De ahí, el impulso a esta tendencia.
Plantagon CityFarm
En la actualidad, en Plantagon están inmersos en la agricultura urbana sostenible a escala industrial. Se trata de Plantagon CityFarm, un nuevo concepto que aborda el uso de espacios vacíos para la producción de alimentos de manera sostenible y eficiente en el uso de los recursos de las ciudades.
Están construyendo diez granjas subterráneas llamadas CityFarm en Estocolmo, debajo de la torre DN-Skrapan, en la isla de Kungsholmen. La primera unidad está en construcción, y se pretende tener diez instalaciones de producción en ubicaciones interiores para el año 2020.
Se invita a la ciudadanía a una campaña de crowdfunding para apoyar la expansión de este proyecto.
El cultivo se lleva a cabo en un ambiente controlado sin pesticidas químicos. Desde la compañía afirman que Plantagon CityFarm ahorra el 99% del consumo de agua en comparación con la agricultura tradicional y las emisiones de dióxido de carbono se reducen a casi cero, mientras que el 70% de la energía usada se reutiliza para calentar las oficinas en el edificio DN. Además, al guardar y reutilizar recursos, los costes de producción se reducen significativamente.
Para Plantagon, la agricultura urbana significa que debe ser sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico. Con este proyecto, plantean llevar la agricultura urbana al siguiente nivel y desarrollar esta industria a nivel mundial.
Instituto de Granja Vertical
La agricultura vertical marca tendencia, y cada vez surgen más empresas y entidades que trabajan en este sentido. En Viena se ha creado el Vertical Farm Institute (Instituto de Granja Vertical), formado por una red de miembros y socios expertos dedicados a la investigación de la agricultura vertical.
Arquitectos, ingenieros y profesionales de distintas ramas cubren una amplia gama de conocimientos para desarrollar e implementar nuevas tipologías de edificios para granjas verticales en edificios existentes, o en estructuras de nueva construcción.
En el Vertical Farm Institute calculan que cada metro cuadrado de espacio de suelo de agricultura vertical produce aproximadamente la misma cantidad de cultivos de hortalizas que 50 metros cuadrados de tierras agrícolas trabajadas de manera convencional.
Además, explican que una granja vertical puede usar un 95% menos de agua porque se recicla, y que a causa de la producción en interiores, no se necesitan prácticamente herbicidas ni pesticidas.
En definitiva, desde esta entidad detacan las siguientes ventajas de las granjas verticales:
- Reducción del uso de la tierra agrícola.
- Ahorro de hasta el 95% de agua.
- Permite el cultivo, independientemente de las condiciones climatológicas.
- Entrega de cada cosecha con calidad continua.
- Aporta frescura a las ciudades.
- Ahorro de transporte para el consumidor.
- Limita el CO2 y ejerce menos presión sobre el clima.
- Devuelve la agricultura a la vida urbana cotidiana.
Granjas verticales en el mundo
Existen empresas que están desarrollando nuevas tecnologías y/o conceptos para la agricultura vertical del futuro. Un ejemplo a citar es el de AeroFarms, en Nueva Jersey, que ha construido la mayor granja vertical del mundo con 6.500 metros cuadrados donde se producen 100 toneladas de hortalizas al año.
Con el nacimiento de nuevos proyectos y empresas, habrá que esperar a ver cómo se desarrolla esta tendencia, y comprobar de dónde salen la gran cantidad de los alimentos que comamos en el año 2050.