La Diputación de Málaga ha logrado reducir en un año en casi un 7% sus emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el uso del sistema de climatización, por el consumo de combustibles y de electricidad, y por el desplazamiento de vehículos del Parque Móvil.
De esta manera, la huella de carbono que genera la institución provincial pasó de 2.398,65 toneladas de CO2 equivalente en 2016 a 2.233,23 toneladas de CO2 equivalente en 2017, lo que supone 163,42 toneladas menos.
Presentación de los resultados
La diputada de Medio Ambiente y Promoción del Territorio de la Diputación de Málaga, Marina Bravo, ha presentado los resultados del estudio de la huella de carbono que genera la institución provincial junto a Javier Pedraza, director de I+D+i de Green Globe Sostenibilidad y Proyectos Ambientales, empresa que ha realizado el trabajo.
El análisis se ha llevado a cabo en un total de 15 centros de la Diputación malagueña.
En cuanto a los resultados, en 2016, las emisiones directas (producidas por gases fluorados del sistema de climatización; los motores de combustión de vehículos del Parque Móvil de la Diputación; y por combustibles fósiles, como gas natural, butano, propano y gasóleo) fueron 746,38 toneladas de CO2 equivalente y las emisiones indirectas (producidas por el consumo eléctrico) llegaron a 1.650,27 toneladas.
Por su lado, el año pasado, las emisiones directas se redujeron a 680,74 toneladas, y las indirectas bajaron a 1.552,49 toneladas de CO2 equivalente.
Marina Bravo ha destacado que se ha producido una reducción en el consumo de electricidad, fruto de la sustitución de las luminarias por LED y de una mayor eficiencia energética, además de que ha habido una bajada importante también en el consumo de gas natural y de combustible.