Este año la ciudad de Barcelona contará con dos nuevas fachadas fotovoltaicas, en la medianera del puente de Marina y en la de los jardines de Josep Goday, que incrementarán en un 30% la energía generada por las diez que ya funcionan en la ciudad. Además, el Ayuntamiento informa en un comunicado que se están desarrollando tres proyectos nuevos en diversos espacios.
En total, la ciudad dispone de 12 pérgolas en el espacio público y unos 60 edificios municipales con placas fotovoltaicas que generan 1.832 kilovatios pico (kWp), el equivalente al consumo de un millar de hogares, y ahorran más de 800.000 kilogramos de emisiones de CO2.
La energía generada se aprovecha para alimentar el autoconsumo de los mismos edificios o de servicios próximos a la instalación, como el alumbrado público, los equipamientos municipales, el riego de espacios verdes o el calentamiento de agua.
Nuevo modelo energético
El objetivo de la puesta en marcha en febrero de Barcelona Energía es la transición hacia un nuevo modelo energético más limpio, renovable, autosuficiente y local. A partir de este verano, la comercializadora pública de energía eléctrica alimentará todos los edificios municipales antes de empezar a ofrecer servicio a la ciudadanía.
Además, desde el Consistorio destacan que el cambio de modelo pide también impulsar el uso de la energía solar en los edificios de particulares con ayudas para instalar placas fotovoltaicas o térmicas, y ofrecer herramientas a la ciudadanía para hacer un uso más inteligente de los recursos y reducir el consumo energético con medidas de ahorro.