Tras la torre de Cepsa en el conjunto de las Cuatro Torres de La Castellana, el arquitecto Norman Foster vuelve a Madrid con una propuesta sostenible para el edificio de la plaza de Colón 1. La reforma planteada incluye una innovadora fachada transparente con estructura en diagrid (patrón simétrico de vigas que se entrecruzan en diagonal) que lo dota de una fuerte identidad visual.
El nombre escogido para el edificio, Axis, significa “eje” en griego. Está concebido como un sistema robusto de acero inoxidable y vidrio. Su diseño innovador y contemporáneo emplea las últimas tecnologías para combinar una fachada transparente con una malla exterior, que proporciona control solar y minimiza el consumo de energía.
Los arquitectos del estudio Foster+Partners lo consideran como algo vital, ya que con 2.769 horas de luz solar al año, la propia luz natural de Madrid maximiza el concepto de sostenibilidad del inmueble.
Presentación de la obra
La obra fue presentada ayer en rueda de prensa por el coordinador general de la Alcaldía de Madrid, Luis Cueto; el arquitecto británico con miembros de su estudio Foster+Partners, y el director para España y Portugal de CBRE Global Investors, Antonio Simontalero.
Concebido como un espacio de uso mixto, los trabajos se han iniciado recientemente y concluirán en junio del próximo año. La inversión supera los diez millones de euros.
Las obras que se desarrollarán supondrán la transformación integral del inmueble, propiedad hasta principios de 2017 de la entidad bancaria Barclays, ahora adquirido por CBRE Global Investors.
La superficie total es de 3.930 m2, con una fachada comercial en el paseo de la Castellana de 20 por 7 metros; y otra con la calle de Génova de 40 por 7 metros.
Eje vital
El nombre escogido, Axis, es una referencia clara a su estratégica ubicación, en la plaza de Colón, al inicio del paseo de la Castellana que conecta el sur y el norte de la ciudad, y en un punto en el que confluyen tres distritos: Chamberí, Centro y Salamanca.
Se da además la circunstancia de que, al ser el estudio británico el ganador de la ampliación del Museo del Prado, cuando concluyan ambas obras, “tendremos un paseo Foster, que arranca en Colón y termina en el Prado”, explicó Luis Cueto. “Aunque el Prado sea algo futuro, ambos proyectos tienen algo en común -coincidió Norman Foster- y es que están en conexión con un espacio público, ambos rompen las barreras que separan lo público de lo privado y se abren a la ciudad”.