Entre los resultados del proyecto europeo Tribe, coordinado desde España por el centro de investigación Fundación Circe, se encuentra una guía que recopila 250 medidas de eficiencia energética en edificios, para que los distintos tipos de usuarios las puedan aplicar y reducir así su consumo de energía.
La guía está disponible online. En ella se puede acceder a cada una de las 250 fichas, donde se indican los beneficios y limitaciones de la medida en cuestión, así como el retorno económico que conlleva su aplicación y otro tipo de información.
Esta herramienta clasifica las medidas según diferentes criterios para poder encontrar la más adecuada de una forma sencilla. La primera distinción radica en las medidas a corto plazo, que representan una inversión baja o media, y a largo plazo, que conllevan inversiones significativas. Así se pueden encontrar opciones que van desde el uso apropiado del ordenador o el televisor, hasta obras en la estructura para mejorar el aislamiento.
A partir de ahí, se pueden encontrar medidas en función del tipo de edificio (edificios académicos, viviendas u oficinas), del ámbito de aplicación (calefacción, luz, etc.) o del actor (usuarios, propietarios o gestores).
Proyecto Tribe
Tribe es un proyecto financiado por la Comisión Europea y coordinado desde España por el centro de investigación Fundación Circe. Su objetivo es el de contribuir a un cambio de hábitos en los usuarios de los edificios, promoviendo un uso más responsable de la energía, la electricidad o el agua.
Durante sus tres años de ejecución, el proyecto Tribe ha trabajado en mejorar la eficiencia energética en edificios, promoviendo un cambio de actitud de sus usuarios hacia un comportamiento más eficiente. Para ello, seis socios europeos coordinados por Circe, han desarrollado un videojuego en el que los jugadores pueden aplicar las 250 medidas incluidas en la guía y entender en términos de energía, los impactos que sus acciones diarias ocasionan en el rendimiento energético de los edificios.
Uno de los valores más destacables del videojuego reside en que su funcionamiento se basa en datos reales, ya que el motor de simulación se alimenta de la información real recogida en cinco edificios piloto que participan en el proyecto como demostradores.