La Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular Horizonte 2030 ya tiene luz verde. El Consejo de Gobierno de Andalucía ha aprobado este plan que establece las políticas autonómicas para impulsar esta nueva forma de producción y consumo sostenible. Se trata de una metodología basada en el aprovechamiento integral de los recursos biológicos generados por los sectores agroalimentario, pesquero y forestal para la fabricación de productos de valor añadido, la generación de bioenergía y la prestación de nuevos servicios.
Las medidas recogidas en el documento se dirigen a propiciar un crecimiento económico innovador y sostenible enfocado al desarrollo de las zonas rurales, con tres grandes objetivos: incrementar la disponibilidad de la biomasa aprovechable, aumentar el número de bioindustrias, y favorecer el consumo de bioproductos y sus mercados.
Comunidad autónoma
La nueva planificación, cofinanciada por fondos europeos, consolidará a la comunidad autónoma en este tipo de procesos, especialmente en biocombustibles y biomasa térmica, que toman como materias primas los restos vegetales y subproductos de la actividad agraria.
En el primero de estos ámbitos, la región cuenta con 11 plantas operativas, siete de ellas de biodiésel, mientras que en el segundo la potencia térmica instalada alcanza los 1.589,5 megawatios.
A ello se suman 18 plantas de biomasa vinculadas a residuos agrícolas de invernaderos o viñedos, y las 17 instalaciones de biogás ubicadas en vertederos y depuradoras de aguas residuales.
En cuanto a las materias primas cuyo aprovechamiento se promoverá, estas proceden fundamentalmente de los subproductos del olivar, la horticultura intensiva, la agroindustria, la pesca, la producción de algas y la ganadería, así como la biomasa forestal, los biorresiduos y los restos de poda.
Agenda Urbana de Andalucía
Por otro lado, el Consejo de Gobierno también ha aprobado la Agenda Urbana de Andalucía, documento que establece las estrategias de apoyo al potencial de las ciudades para responder a los grandes retos sociales y económicos de la próxima década. La comunidad se convierte así en la primera del país que implanta este instrumento de planificación impulsado por la ONU.
El texto recoge también las políticas de la Junta para mejorar consolidar el liderazgo de las ciudades en la modernización de la región y la relación entre los entornos rural y urbano, con cinco grandes bloques: territorial, gobernanza, económico, social y ambiental. Se aplicará hasta 2030 a través de planes de acción que la Junta propondrá cada dos años, y en los que se concretarán las medidas.