Entrevistamos a Sandra Llorente, directora de Innovación e Industrialización de Vía Célere, promotora inmobiliaria que destaca por su apuesta estratégica por la innovación, con metodologías como el BIM y el LPS, así como por la eficiencia energética e industrialización de sus edificios. Prueba de ello son los 10 certificados de I+D+i obtenidos en los últimos 3 años. Otro de los objetivos de su actividad es la construcción sostenible, con refuerzos de las envolventes y calificaciones energéticas de alta eficiencia en sus promociones.
CONSTRUIBLE: ¿Cuál es la apuesta de Vía Célere en materia de innovación?
Sandra Llorente: La innovación está en el ADN de Vía Célere. Desde su fundación en 2007, es uno de nuestros pilares fundamentales. Buscamos innovar en cada uno de los procesos que aplicamos en nuestro negocio y esta filosofía afecta de manera transversal a todos los departamentos y procesos de la empresa.
Podríamos enmarcar nuestra innovación en cinco grandes grupos: Eficiencia energética, Lean Thinking (que engloba las metodologías Last Planner System (LPS) y Building Information Modeling (BIM)), industrialización, Smart Home y Diseño.
Desde Vía Célere incidimos en todos ellos, con el objetivo de liderar la innovación en el sector inmobiliario y avanzar hacia la vivienda del futuro.
CONSTRUIBLE: ¿Qué ventajas ofrece la aplicación de metodologías como el BIM, el LPS o la industrialización en el sector inmobiliario?
Sandra Llorente: Estas metodologías profesionalizan los procesos a los que se ve sometido un activo, desde el anteproyecto hasta el final de la construcción, de modo que nada queda sujeto a la improvisación, dotando a los proyectos de fiabilidad y calidad. Todas ellas, en conjunto, colaboran en consolidar una nueva de forma de trabajar, más eficiente, rápida y sostenible, en el sector inmobiliario.
Vía Célere fue la promotora residencial pionera en trabajar con BIM en España. Se trata de una metodología de trabajo que concibe los proyectos inmobiliarios a través de una maqueta virtual que funciona como una base de datos en la que se tienen en cuenta los materiales y características del edificio. De esta forma, se pueden gestionar los elementos que forman parte de la estructura durante todo el ciclo de vida de la misma. Esta herramienta permite construir de una manera más eficiente, reduciendo costes, y al tiempo permite trabajar de forma colaborativa a proyectistas, constructores y demás agentes implicados.
Last Planner System es otra metodología más enfocada al proceso. Es un sistema de planificación en cascada que, además de llevar un seguimiento del proyecto, reduce de forma considerable los imprevistos. De esta forma disminuyen los despilfarros de materiales, tiempos y personal, mejorando de manera notable la ejecución de la propia obra.
La industrialización, por otro lado, es una de nuestras mayores apuestas en innovación. Mediante este proceso implementamos sistemas propios o de terceros para construir de forma industrializada algunas habitaciones (por ejemplo los baños) como módulos independientes. Tras ello los transportamos e integramos en la estructura del edificio. Con la industrialización conseguimos reducir el plazo y mejorar la calidad del producto terminado.
Además de éstas, existen otras metodologías complementarias que ya estamos estudiando, como los contratos IPD (Integrated Project Delivery).
CONSTRUIBLE: ¿Qué retos consideras que tiene por delante la edificación en materia de innovación en España?
Sandra Llorente: España es un país muy innovador en lo referente a materiales y procesos en obra civil. Sin embargo, en edificación aún queda mucho por hacer.
Debemos avanzar hacia la forma de trabajar de otras industrias, como la automovilística, la aeronáutica o la naval, más profesionales, eficientes y automatizadas.
Para conseguir esto es necesario formar a técnicos que conozcan en profundidad estas nuevas metodologías y que puedan aplicarlas en sus respectivas compañías, realizando una mejora constante sobre los procesos.
CONSTRUIBLE: ¿Por qué es importante que las compañías inviertan en I+D+i en el sector de la construcción?
Sandra Llorente: La innovación es el único camino para ser rentable a largo plazo. Las grandes compañías deben realizar una exhaustiva vigilancia tecnológica para detectar e implementar innovaciones de otras empresas en la suya propia y, de esta forma, ayudar a mejorarlas. Sin embargo, esto no es suficiente.
Las promotoras también deben invertir en I+D. Es la única forma de impulsar y recibir los beneficios que suponen estas innovaciones, como la mejora de la eficiencia, la calidad y la seguridad entre otras. Además, realizando este esfuerzo se consigue tener dominio sobre las partes más estratégicas de la cadena de valor, controlando todo el proceso.
En el caso de Vía Célere, estamos muy orgullosos de haber obtenido 10 certificados de I+D en los últimos 3 años.
CONSTRUIBLE: ¿Cómo está trabajando Vía Célere desde el punto de vista de la construcción sostenible?
Sandra Llorente: En la actualidad hemos desarrollado un diseño de producto muy depurado, enfocado en la eficiencia, que tiene en cuenta la menor demanda de energía para realizar una misma función, así como el uso de energías renovables.
Por todo ello, en nuestras promociones prescribimos refuerzos de las envolventes, lo que mejora los aislamientos en fachadas, cubiertas y porches. También prestamos especial atención a los huecos de puertas y ventanas con perfiles y vidrios de altas prestaciones. Al mismo tiempo, controlamos las infiltraciones de aire en estos puntos e instalamos ventilación de doble flujo en nuestras viviendas, incluyendo un recuperador de calor por vivienda.
Respecto a las instalaciones, mediante la inclusión de suelo radiante y refrescante obtenemos una gran sensación de confort y, al no tener radiadores, aumentamos la superficie útil. Además, utilizamos la iluminación led en garajes, instalamos detectores de presencia en zonas comunes y aplicamos el uso de energías renovables como la aerotermia y la geotermia.
Todas ellas son algunas de las estrategias que seguimos para mejorar la eficiencia energética de nuestras construcciones, algo que no solo repercute en el medio ambiente sino también en la factura mensual del usuario.
Nuestras promociones siempre han aspirado a obtener las mejores calificaciones energéticas, incluso por encima de lo legalmente exigido. Por ese motivo hemos conseguido evitar la emisión de 1,8 tn de CO2 hasta la fecha, lo que equivaldría a dar 246 vueltas al mundo en coche.
CONSTRUIBLE: ¿Y en el ámbito de los Edificios de Consumo de Energía Casi Nulo?
Sandra Llorente: Mediante todas las estrategias comentadas anteriormente, ya hemos entregado viviendas en edificios de consumo casi nulo, como es el caso de Célere Villaverde. Esto se consigue mediante una demanda energética del edificio inferior a 20 kw/h por metro cuadrado y año, siguiendo lo establecido en el Acuerdo del Ayuntamiento de Madrid con fecha de 25 de mayo de 2016.
CONSTRUIBLE: ¿Cuáles son las principales demandas que detectáis por parte de los usuarios de vuestras promociones? ¿Son la sostenibilidad y la eficiencia energética prioridades de vuestro cliente final?
Sandra Llorente: La eficiencia energética es uno de los valores más apreciados por nuestros usuarios. No solo por la concienciación medioambiental, un elemento que cobra cada vez más importancia, sino también por el ahorro que puede suponer a largo plazo tener una vivienda con una alta calificación energética. De hecho, según nuestro último estudio barométrico, casi tres de cada cuatro personas estarían dispuestas a pagar más por conseguir una vivienda con una calificación energética A.
Por supuesto, este no es el único elemento importante. Los métodos como el BIM, LPS o la industrialización también nos permiten reducir los plazos de entrega y, por tanto, de espera por parte de los usuarios. Además, seguimos trabajando cada día por mejorar las calidades tanto de las viviendas como de las zonas comunes, haciendo cada vez más fácil y cómoda la vida a nuestros clientes.
CONSTRUIBLE: Finalmente, ¿cuáles son vuestros objetivos y estrategia de cara al 2020?
Sandra Llorente: Seguir implementando nuevas metodologías como los contratos IPD, continuar perfeccionando los sistemas industrializados, sobre todo en edificación plurifamiliar, mejorar en todo lo posible la eficiencia de nuestras viviendas y avanzar e implementar nuestros proyectos de I+D. Es decir, seguir trabajando en la mejora del sector liderando la innovación en el mismo.