Investigadores de la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT) han desarrollado el primer bio-ladrillo del mundo producido a partir de orina humana. Este hallazgo ha sido presentado por la estudiante de Ingeniería Civil de la Universidad de Ciudad del Cabo, Suzanne Lambert, miembro del equipo investigador. Según un comunicado de la Universidad de Ciudad del Cabo, los bio-ladrillos se crean a través de un proceso natural que técnicamente se denomina precipitación de carbonato microbiano.
No es diferente a la forma en que se forman las conchas marinas, explica el Dr. Dyllon Randall, supervisor de Lambert y profesor titular de Ingeniería de Calidad del Agua. La arena suelta se coloniza con bacterias que producen ureasa. Una enzima, la ureasa descompone la urea en la orina mientras produce carbonato de calcio a través de una reacción química compleja. Este proceso cementa la arena en cualquier forma, ya sea una columna sólida, o en este caso y por primera vez, un ladrillo de construcción rectangular.
Material de construcción sostenible e innovador
Durante los últimos meses, Lambert y el estudiante de Ingeniería Civil Vukheta Mukhari han estado probando varias formas de ladrillos biológicos y resistencias para producir un material de construcción innovador.
Un comunicado de la Universidad de Ciudad del Cabo asegura que este desarrollo es una buena noticia para el medio ambiente y el calentamiento global, ya que los ladrillos biológicos se fabrican en moldes a temperatura ambiente, mientras que la fabricación de ladrillos normales se hornean a temperaturas que produce grandes cantidades de dióxido de carbono.
El concepto de usar urea para crear ladrillos se probó en los Estados Unidos hace algunos años con soluciones sintéticas, pero este bio-ladrillo usa orina humana real por primera vez.
Con estos trabajos de investigación del bio-ladrillo, ambos estudiantes muestran su optimismo sobre el potencial de la innovación en el espacio de la sostenibilidad. “Gracias al progreso realizado en esta investigación en la UCT, ahora es posible crear un material de construcción verdaderamente sostenible”, destaca el estudiante Mukhari.