Según el Índice sobre Ciudades Sostenibles 2018, que acaba de ser publicado por Arcadis (empresa especializada en activos naturales y construidos) las ciudades de Madrid y Barcelona se encuentran entre las 30 ciudades más sostenibles del mundo. Este informe es un medidor de sostenibilidad que en esta edición analiza las ciudades desde el punto de vista del ciudadano. Los resultados del estudio se basan en tres pilares (personas, planeta y beneficio), que están alineados con Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovidos por las Naciones Unidas.
Según el Índice, Madrid ocupa el puesto 21º y Barcelona el 28º. Pero si nos centramos únicamente en términos medioambientales, ambas ciudades mejoran sus posiciones, estando Madrid en el puesto 15º y Barcelona en el puesto 22º. Los aspectos mejor evaluados de ambas ciudades serían las emisiones de CO2, el uso energético y los incentivos al coche eléctrico. Sin embargo, el Índice determina una baja puntuación general en la disponibilidad de espacios verdes, más acusada en el caso de Barcelona.
Los datos del Índice destacan que los cimientos en materia de sostenibilidad de las ciudades se basan en una población cultivada y saludable, una infraestructura eficaz con bajas emisiones de carbono y una mayor facilidad para llevar a cabo actividades comerciales. La viabilidad económica, el acceso al transporte público y la desigualdad de ingresos son las grandes variables que impulsan o rompen el éxito sostenible de una ciudad.
Las ciudades europeas destacan en sostenibilidad
Las ciudades europeas dominan la parte superior del Índice, ocupando ocho de las diez primeras posiciones. Singapur y Hong Kong complementan los diez primeros puestos del ranking como representantes asiáticos. Nueva York, San Francisco y Seattle son las únicas ciudades de Estados Unidos entre las 20 primeras. Debido a las bajas puntuaciones en sostenibilidad económica, algunas de las principales ciudades de África y Asia se encuentran en el extremo inferior de la clasificación.
Londres es una de las pocas ciudades de mayor rendimiento del Índice con puntuaciones relativamente similares en los tres pilares de sostenibilidad, a pesar de que todavía se enfrenta a enormes retos relacionados con el coste de vida y los atascos.