La nueva sede de la Fundación Biodiversidad aúna importantes elementos de la rehabilitación sostenible

sede

La Fundación Biodiversidad ha ubicado su nueva sede en un espacio que han rehabilitado para tal fin haciendo uso de todas las capacidades que abarca la construcción sostenible. Desde el uso de materiales reciclados, tanto en elementos constructivos como interiores, hasta una futura cubierta verde, esta rehabilitación incluye una climatización y aislamiento eficientes, el uso de la geotermia, reutilización del agua, e iluminación con ahorro energético.

Imagen del resultado del espacio totalmente rehabilitado para la nueva sede. © Jimena Roquero Photography.

El espacio es un antiguo garaje con locales comerciales que datan de 1945. Se trata de cinco inmuebles independientes unidos que conectan dos calles. La nave es un único espacio donde para mantener el aire industrial que la zona tuvo algún día, se ha conservado la estructura metálica de la cubierta y los rastreles de madera que soportan las tejas cerámicas planas.

Para minimizar el empleo de recursos naturales se han conservado paredes, tejas y la cubierta con tejas y vigas de madera, así como algunos pavimentos. También se ha respetado la estructura de los muros y se ha dejado el ladrillo visto de una de las paredes principales. Se mantienen los suelos hidráulicos y de terrazo, molduras de escayola de los locales, restaurando las carpinterías en ventanas, puertas y cierres metálicos.

Materiales reciclados y sostenibles para elementos constructivos

Los materiales utilizados han sido cuidadosamente seleccionados para que primara la sostenibilidad y la innovación, eligiendo materiales respetuosos con el medio ambiente como la madera y tarima de bambú, que están certificadas garantizando su procedencia de bosques de gestión forestal medioambientalmente apropiada, socialmente beneficiosa y económicamente viable.

Antes y después de las reformas de la entrada principal de la nueva sede. 

El panelado OSB utilizado para forrar las paredes es de madera certificada. Las carpinterías originales de la fachada han sido restauradas aplicando barnices con bajo contenido en COV. Se ha empleado como uno de los materiales de algunos espacios interiores el cartón reciclado.  Por cada tonelada de cartón que se recicla se ahorran 50 t de agua y 900 kg de CO2.

Además, está previsto incluir una futura cubierta vegetal de casi 550 m2 con especies autóctonas.

Climatización y aislamiento con materiales ecológicos

Para garantizar una climatización eficiente y el ahorro energético se ha reforzado el aislamiento en los muros, se ha incorporado en los dos lucernarios vidrios bajo emisivos y con control solar, que minimiza las pérdidas y aumenta la eficiencia energética. Se han incluido lamas y ventanas motorizadas para regular la entrada de luz y asegurar la ventilación cruzada.

El uso de la geotermia en el suelo radiante hace que se pueda aprovechar el calor natural del interior. También se utiliza la aerotermia, además de varios sistemas autónomos para cubrir picos de demanda. El área de suelo radiante y forjado termoactivo cubre un total de 700 m2, y consigue hasta un 30% de ahorro respecto a un sistema de climatización convencional.

Para ello existen 6 pozos a 120 m que aprovechan el calor de la tierra y la aplica a 450 m2 de suelo radiante, 240 m2 de forjado termoactivo y 8 fancoils. Las tuberías de agua están incrustadas en el hormigón de la entreplanta, utilizando el hormigón como sistema de almacenaje térmico para refrigeración y calefacción.

Antes y después de las reformas interiores de la nueva sede.

Este sistema permite ahorrar un 30% respecto a un sistema convencional, obteniendo además el premio de la Comunidad de Madrid a la ‘Mejor Instalación Geotérmica del Sector Terciario’.

Se ha mejorado el aislamiento térmico de los muros con lana de roca, a excepción de aquellos muros que se han conservado a ladrillo visto, y se ha reforzado con aislante térmico y acústico de Ecophon (Saint-Gobain). Las carpinterías de la fachada han sido adaptadas para integrar doble acristalamiento que mejore la eficiencia energética.

Evitando el uso de productos derivados del petróleo, se ha utilizado lana de vidrio especial para el aislamiento térmico y acústico de las paredes que posee más de un 70% de vidrio reciclado y aglutinante de origen vegetal. La ligereza del material de lana de vidrio supone una reducción del consumo de combustible para su transporte, reduciendo hasta un 17% menos que los paneles de techos duros, y una reducción aún mayor para materiales más pesados.

Reutilización del agua

Para aprovechar el agua y reciclarla se ha diseñado un sistema de canalones en cubierta con el fin de recoger el agua de la lluvia y llevarla a un aljibe donde se almacena para dos propósitos: para alimentar el sistema contra incendios y para alimentar la instalación de riego por goteo. Este depósito tiene una profundidad de 3,5 m y una capacidad máxima de 24 m3. El riego de los 537 m2 de terreno puede ser abastecido por el sistema de riego.

En la cubierta se han dispuesto dos placas solares térmicas con un depósito de capacidad máxima de 200 l. Las cisternas de los aseos son de doble descarga y se han dispuesto de aireadores para los grifos.

Uso inteligente de la luz

Se han colocado dos lucernarios de 85 m2 y grandes ventanales distribuidos a lo largo de los 45 m de fachada. Existe un sistema de regulación y control de alumbrado (DALI, Digital Addresable Lighting Interface, interfaz de comunicación digital para sistema de iluminación) que permite el uso inteligente de la luz consiguiendo un ahorro de energía y reducción de las emisiones contaminantes mediante sensores que detectan el nivel de luminosidad. Se puede regular la intensidad y además todas son LED. Los LED consumen un 60-70% menos que las bombillas de bajo consumo, no incorporan mercurio y además su vida útil es mucho mayor que éstas.

Estado del espacio antes de ser rehabilitado.

La proyección que ofrece la luz de las lámparas LED genera un juego de luces y sombras que recuerda al interior de un bosque caducifolio. Por otro lado, los detectores de movimiento ubicados en zonas de paso poco frecuente, como pasillos o aseos, también ayudan al ahorro energético.

Reducción de emisiones contaminantes

En la calle anexa al recinto se ha empleado como pavimento el adoquín Ecogranic, que incorpora en su composición materiales reciclados del sector de la construcción. Este material es altamente eficaz en la eliminación de NOx, material particulado y compuestos orgánicos volátiles. Convierte, mediante la acción de la luz, los gases contaminantes en inocuos. Además, se han dispuesto sondas de CO2 y un sistema de extracción y renovación del aire para garantizar su calidad.

Mobiliario sostenible

El criterio de sostenibilidad también ha primado en el material inmobiliario. Los tableros de las mesas son madera certificada, y las sillas de trabajo están fabricadas con un 52% de materiales reciclados y recubrimientos sin compuestos orgánicos volátiles. Se encuentran múltiples elementos que han sido fabricados a partir de materiales reciclados. Se ha utilizado también bambú certificado para la tarima colocada en la planta baja, una alternativa a la madera que ayuda a reducir la sobreexplotación de los bosques. La moqueta que se ha colocado es de material 100% poliamida reciclada. Este material puede ser reutilizado como materia prima en nuevos pavimentos textiles al finalizar su vida útil.

La rehabilitación de este espacio para ubicar las nuevas instalaciones incluye todos los elementos de la sostenibilidad y eficiencia energética que pueden darse en la rehabilitación de un edificio. Es por ello que la Fundación Biodiversidad ha buscado organizaciones que avalen este proyecto y poder otorgarle reconocimiento internacional, como es la certificación LEED del U.S. Green Building Council.

 
 
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