El Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) se ha asociado con IWBI (International Well Building Institute) para realizar la formación oficial del certificado WELL en español, en España y Latinoamérica. Además, ha sido acreditado para realizar las verificaciones in situ que exige la certificación.
Así lo ha explicado Bieito Silva, director del certificado WELL en ITG, en el transcurso de una visita al edificio Castellana 81, en Madrid. Se trata del primer edificio de oficinas en obtener la certificación WELL Building Standard de España y el quinto en Europa en alcanzar el LEED Oro en la categoría de Core & Shell. La rehabilitación incluyó un gran número de medidas que le permitió conseguir la certificación WELL Building Standard en mayo de 2018, con el nivel Oro. Las actuaciones adoptadas han sido múltiples y diversas, entre ellas la mejora de la iluminación, y la optimización de la calidad del aire interior y del agua.
Evaluación de WELL
El certificado determina que hay diez conceptos evaluables, tanto para edificios de viviendas como para hoteles y oficinas. Estos conceptos son aire, agua, alimentación, iluminación, movimiento, confort térmico, sonido, materiales, mente y comunidad. La valoración de todos estos elementos, mediante diferentes técnicas de medición, determina el nivel de certificación del inmueble, que puede ser silver, gold o platinum.
Para ello, WELL cuenta con una red de cerca de 6.000 profesionales acreditados en 74 países y ha certificado más de 1.000 proyectos desde su nacimiento en el año 2014. En España hay más de 30 edificios en proceso de certificación.
El certificado identifica 100 medidas que tienen que ver con el diseño, el rendimiento y las políticas de uso de los edificios. Unas medidas que pueden ser implementadas por los equipos de arquitectura, facility managers y gestión de personas.
La verificación in situ de estas medidas la realiza un profesional acreditado e incluye toma de muestras de aire y de agua, realización de mediciones lumínicas y acústicas, e inspecciones visuales de elementos concretos. Para garantizar que las medidas aplicadas perduren en el tiempo, cada tres años se realiza una recertificación.