La pobreza energética afecta a 13 millones de personas en España. Es uno de los datos de los que se habló durante la jornada «El reto de la pobreza energética: causas y propuestas», organizada por el Instituto de Economía de Barcelona (IEB-UB), en colaboración con la Fundación Naturgy. A la reunión acudieron expertos nacionales e internacionales para analizar las medidas que actualmente se implantan tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
La conferencia principal de la jornada corrió a cargo de la catedrática de Oxford y creadora del concepto de pobreza energética (fuel poverty), Brenda Boardman, quien aportó una visión general del problema de la pobreza energética. Para Boardman es necesaria “una estrategia para el uso de energía en todos los edificios, para cumplir con los objetivos de reducción de carbono». «Debemos empezar por las casas en peor estado, sin que suponga coste alguno para las familias vulnerables», sentenció.
Elementos regionales
En el ámbito más nacional, la profesora de la Universidad de Barcelona e investigadora de la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-UB, Elisa Trujillo Baute, afirmó que “el análisis de la pobreza energética también debe incluir elementos regionales como el coste de vida y el clima», ya que, en su opinión, éstos «condicionan la vulnerabilidad de los hogares».
El director de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, Efraim Centeno, comentó que están desarrollando una investigación interdisciplinar centrada en la realidad. «También servimos de punto de encuentro entre las entidades y personas implicadas en la lucha contra la pobreza energética”, explicó.
Pobres energéticos, pero no necesariamente pobres
También participó en la jornada Paloma Taltavull, de la Universidad de Alicante, quien explicó que, en base a la Encuesta de Condiciones de Vida, se está analizando las causas de la existencia de la pobreza energética en España y las razones diferenciales por comunidades autónomas. En la jornada enunció los datos definitivos obtenidos para la Comunidad Valenciana, “donde un 11,4% de los hogares son pobres energéticos, pero no necesariamente pobres. Una parte relevante es propietaria, el 4,4%, y esta situación es el resultado de un tamaño grande de la vivienda para el hogar que la disfruta. La pobreza energética asociada a la pobreza económica se concentra entre los inquilinos”.
La catedrática emérita de la Universidad Politécnica de Madrid, Margarita de Luxán García de Diego, declaró que sus estudios “avanzan en el análisis del comportamiento de las edificaciones en diversos climas y en cómo cambian las condiciones de confort en las distintas situaciones de las viviendas dentro del edificio, proponiendo soluciones inmediatas, con una intención posibilista y adecuada a la realidad, que se pueden avanzar para paliar este problema urgente”.
En opinión del director general de la Fundación Naturgy, Martí Solà, la pobreza energética requiere de la aportación de administraciones públicas, entidades sociales y empresas. «Si trabajamos en red, podemos avanzar mucho para hacer frente a esta problemática”, sentenció.
Medidas en Francia
Por su parte, la profesora de ISG International Business School de París, Ute Dubois, expuso los avances en el conocimiento de la pobreza energética en Francia, donde “investigaciones recientes han permitido caracterizar mejor a los hogares pobres en energía y a los impulsores de la pobreza energética». En cuanto a las políticas, explicó la profesora, el país galo ha elaborado un conjunto de medidas para hacer frente a las dificultades de los hogares pobres en energía, «que van desde el apoyo financiero para el pago de las facturas hasta los programas de renovación térmica integral de las viviendas”. En su reflexión final, Dubois destacó que el principal desafío ahora es la aplicación de medidas a mayor escala, para permitir una reducción significativa de la pobreza energética.