El Hospital Virgen de Altagracia de Manzanares ha llevado a cabo una serie de medidas de eficiencia energética que le han permitido reducir cerca del 52% las emisiones de CO2 a la atmósfera al tiempo que el consumo de energía bajaba a la mitad.
De hecho, ha sido una empresa independiente la que ha emitido un informe donde se constata que la infraestructura ha reducido a la mitad, un 49,92%, su consumo de energía primaria no renovable tras la sustitución de la envolvente térmica de puertas, ventanas y cubierta, además de realizar cambios en las instalaciones de calefacción, agua caliente, refrigeración, iluminación y paneles solares. Se trata de unas mejoras que se han llevado a cabo gracias a los fondos procedentes del Programa Operativo ‘FEDER 2014-20’ de la Unión Europea.
Hospital verde
El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, visitó la semana pasada las instalaciones del centro hospitalario acompañado durante la visita por el director gerente, Pablo Aguado, y por el alcalde de la localidad, Julián Nieva.
El responsable de la Consejería de Sanidad explicó durante su visita que la concepción de “hospital verde o infraestructura sanitaria eficiente, guarda una relación directa con la mejora de la salud de los ciudadanos”. El cambio climático tiene consecuencias directas en la salud porque “exacerba y amplifica muchas patologías que tienen un coste tanto en la calidad de vida del paciente, como en el sistema y en la planificación de la sanidad pública”, explicó. Esta proyección de futuro hace necesario rediseñar y adaptar las infraestructuras sanitarias hacia la sostenibilidad y el Hospital de Manzanares “es un ejemplo de esta filosofía”, sentenció Fernández Sanz.